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Gasta casi medio millón de pesos en videojuegos; eran los ahorros de sus padres

Los videojuegos se han convertido en todo un mundo e incluso permiten la posibilidad de ganar dinero a través de ellos; sin embargo, así como ofrece la oportunidad de generar ingresos, también puede provocar grandes despilfarros, tal y como sucedió en India con un joven que terminó desembolsando más de 21 mil dólares.

De acuerdo a información de medios indios, un joven de 17 años gastó un total de 1.6 millones de rupias, lo cual es equivalente a 21,433 dólares, mientras jugaba el videojuego PlayerUnknowns’s Battlegrounds (PUBG), esto gracias a pequeñas transacciones realizadas desde cuentas bancarias de sus propios padres.

Según la versión de su padre, el joven (del quien no fue revelado el nombre) les mencionó que usaba su celular para tomar estudios en línea y era a través del smartphone como pudo tener acceso a las cuentas.

El chico de 17 años gastó el dinero comprando municiones, armas y otros elementos descargables que le permitían progresar en el videojuego; sin embargo, sus padres terminaron por darse cuenta de la situación debido a informes otorgados por sus instituciones bancarias.

Hasta este punto, quizá se pueda pensar que el joven realizó esos movimientos de manera inconsciente, pero sus métodos terminaron delatando que no fue así, ya que el hijo ‘maquilló’ operaciones como haciendo transferencias de una cuenta a otra, esto para evitar que se quedaran sin saldo, o bien eliminó mensajes sobre los movimientos bancarios que hacía.

“Estuvo usando el teléfono de su madre durante bastante tiempo, pero ella no estaba muy atenta y no se dio cuenta”, mencionó el padre del menor.

Por si fuera poco, el dinero gastado por el joven tenía el objetivo de cubrir necesidades médicas de su padre, apoyarsus propios estudios y, además, eran parte del fondo de previsión de su madre.

Debido al gasto excesivo y para poder dar una lección al chico, este recibió un castigo que puede considerarse ejemplar.

“Simplemente no puedo dejar que se quede inactivo en casa y no puedo darle un teléfono móvil incluso para estudiar. Está trabajando en un taller de reparación de scooters para darse cuenta de lo difícil que es ganar dinero. Ahora no tengo esperanza, ya que el dinero se ahorró para el futuro de mi hijo”, mencionó el padre.

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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