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México

Gobierno de Duarte le debe 544 millones a Soriana

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En el adeudo del gobierno de Duarte en Veracruz se incluye el concepto de tarjetas que se repartieron en 2012, durante la campaña electoral de Enrique Peña Nieto, indicó el diario Reforma; alcaldes acusaron compra de rancho con dinero público
La administración de Javier Duarte -quien es buscado por las autoridades por su presunta responsabilidad en lavado de dinero y delincuencia organizada- en Veracruz acumuló una deuda de 544 millones de pesos con las tiendas Soriana, indicó un reporte del diario Reforma este domingo.
En ese adeudo, indicó el diario, se incluye el concepto de tarjetas que se repartieron en 2012, durante la campaña electoral de Enrique Peña Nieto, ahora presidente de México.
La Secretaría de Protección Civil, apuntó Reforma, debe a Soriana 19 millones 741 mil 730 pesos; la Secretaría de Finanzas y Planeación, 6 millones 219 mil 840 pesos, y el DIF 23 millones 321 mil 633 pesos.
El monto de deuda de 544 millones de pesos es con corte al pasado 21 de junio.
En septiembre pasado, el diario reportó que Duarte pretendía ceder terrenos a Soriana, en Boca del Río, como una forma de pagar deudas con esa empresa.
Alcaldes reclaman pago y exhiben rancho de Duarte
Presidentes municipales, del PAN y el PRD en Veracruz, reclamaron que sean entregados recursos federales asignados a sus administraciones, y exhibieron fotos de un rancho señalando que lo compró el gobernador con licencia, Javier Duarte, mediante corrupción.
Los alcaldes perredistas protestaron el sábado haciendo una clausura simbólica del Palacio de Gobierno de Veracruz, con la exigencia de que el gobierno estatal entregue más de 500 millones de pesos etiquetados para sus municipios.
De acuerdo con Reforma, autoridades estatales acusaron que los ediles incluso retuvieron algunos momentos al secretario de Finanzas de Veracruz, José Antonio Gómez. En algunas fotografías incluso se le ve durmiendo.
Vanguardia

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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