Ciudad de México.— Durante el inicio de su gestión como secretario de Seguridad en Tabasco, el sobrino político de Hernán Bermúdez Requena, acusado de liderar la organización criminal conocida como “La Barredora”, recibió contratos por parte de Pemex por un monto cercano a tres mil millones de pesos para la realización de obras en la entidad. Algunas de estas obras presentan retrasos de casi cinco años.
El familiar de Bermúdez Requena mantiene vínculos con el senador Adán Augusto López y sus empresas han sido sancionadas previamente por entregar documentación falsa. A pesar de estas irregularidades, continuó obteniendo contratos y, además, consiguió un crédito por 40 millones de dólares con Nacional Financiera.
Las concesiones otorgadas en Tabasco han generado cuestionamientos sobre la transparencia y el manejo de recursos públicos, especialmente considerando la cercanía política del beneficiario con autoridades federales.
El caso pone de relieve la influencia de figuras vinculadas a organizaciones delictivas en negocios estratégicos como el sector petrolero y plantea la necesidad de reforzar los mecanismos de supervisión en la adjudicación de contratos gubernamentales.