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Gobierno de Veracruz entregó leche caduca a damnificados

Las secretarías de Protección Civil y Desarrollo Social del gobierno del panista-perredista Miguel Ángel Yunes Linares, enviaron mil quinientas despensas con productos caducos al municipio de Minatitlán, para ser entregadas a la gente damnificada por las lluvias.

Leche agria con fecha de vencimiento del 18 de enero, arroz echado a perder y despensas infladas porque la temporalidad del producto ya caducó, fue detectado por personal del Ayuntamiento de Minatitlán.

El alcalde de ese municipio, Nicolás Reyes Álvarez, ordenó la suspensión de la entrega de las despensas hasta que el gobierno de Veracruz se comprometa al “canje” de los insumos que ya están echados a perder.

“Detectamos cajas del programa ‘Veracruz comienza contigo’ infladas, por eso procedimos a abrirlas y ver qué ya había leche agria con fecha de caducidad del 18 de enero, algunas bolsas de arroz abierta y alimentos inservibles para el consumo humano”, fustigó el edil de Minatitlán en la red de Facebook del Ayuntamiento.

Apenas el fin de semana, el Sistema Municipal DIF de Zongolica tuvo que suspender en 201 escuelas de preescolar y primaria el programa de “desayunos escolares fríos” al recibir el reporte de que la leche se encontraba agria, con mal olor y “cortada”, pero con una caducidad vigente.

En un oficio rubricado por la presidenta del DIF municipal, Alma Rosa Landa Rincón, -documento en poder de proceso.com.mx -, le pide a los directores de escuelas beneficiarias y a las cooperativas escolares “suspender” el programa de desayunos escolares, en tanto el Sistema DIF Estatal, a cargo de Laura García Beltrán -actual funcionaria del gobierno de Miguel Ángel Yunes, pero exdirectiva del Seguro Popular en Puebla durante la gestión de Rafael Moreno Valle- dé una explicación y “respuesta” a esta distribución del lácteo en mal estado y que pudo haber puesto en peligro al alumnado.

“Solicito a los directivos y a los comités de padres de familia su comprensión y colaboración en la difusión constante de la información proporcionada”, expone el oficio girado de forma urgente el 1 de febrero.

El municipio de Zongolica está catalogado como uno de los diez más pobres del país, su difícil acceso en zona serrana, en Veracruz, obliga a que los menores que asisten a recibir instrucción escolar diario caminen uno, dos y hasta tres kilómetros para llegar a su plantel educativo.

Antier en el DIF estatal, la directora, Laura García Beltrán -esposa del secretario de Salud, Irán Suarez- se encontraba sumamente irritada con el proveedor de las lechitas de cartón para los desayunos escolares fríos, pero también con sus funcionarios menores que no certificaron la calidad del producto, más aún con la filtración del oficio de queja a algunos reporteros.

“La directora estaba rabiosa, regañó a medio mundo, le molestó más que saliera lo de la leche descompuesta en la prensa, que el hecho mismo en Zongolica, cree que su posición en el DIF queda vulnerable por ser recomendación de Moreno Valle (Sic) y no ser gente de Yunes Linares”, aseguró un empleado del DIF estatal que pidió el anonimato, en aras de evitar represalias laborales.

A través de la Dirección de Atención a Población Vulnerable ya se comenzó un rastreo en otros sistemas municipales del DIF para certificar que el lácteo se encuentre en buenas condiciones en el resto del estado. Trascendió que en otras demarcaciones también se pudo haber enviado el lácteo en mal estado.

Proceso

Opinión

Emilia Pérez: Una Mirada Cuestionada sobre México Por: Sigrid Moctezuma

En un mundo donde el cine es tanto un arte como una poderosa herramienta de representación cultural, las películas que abordan la identidad de un país llevan consigo una gran responsabilidad. Tal es el caso de Emilia Pérez, una cinta que, aunque prometía ser un relato innovador, ha generado un torrente de críticas por su visión estereotipada y su superficialidad al retratar la cultura nacional.

Descrita por sus creadores como un “narco-musical”, Emilia Pérez sorprendió al ganar cuatro Globos de Oro, lo que dejó en evidencia una desconexión entre las audiencias internacionales y la percepción mexicana. Mientras en el extranjero se celebra como un experimento cinematográfico audaz, aquí ha sido criticada por perpetuar clichés culturales que parecen sacados de una postal turística, ignorando las complejidades del México actual. Aunque su mezcla de comedia, drama y música despertó curiosidad inicial, para muchos terminó siendo un recordatorio de cómo los estereotipos siguen dominando la narrativa global.

Uno de los puntos de mayor desagrado ha sido la manera en que la película aborda temas sensibles como la identidad de género y la narcocultura. Si bien es positivo que estas cuestiones tengan espacio en la narrativa cinematográfica, en Emilia Pérez se sienten tratadas con una ligereza que no honra su trascendencia. Los personajes, en lugar de reflejar matices reales, se convierten en caricaturas que difícilmente conectan con el público.

Las críticas no solo vienen de los espectadores, sino también de sectores especializados en cine y cultura. Se ha señalado que la película parece diseñada para un público extranjero que consume el «México pintoresco», mientras ignora las voces y experiencias auténticas que definen al país. Lo que representa una oportunidad desperdiciada para proyectar un discurso que sea fiel a nuestra riqueza cultural y social.

Este fenómeno no es nuevo en el cine. Muchas producciones internacionales han intentado capturar supuestamente nuestra esencia, pero terminan cayendo en la trampa: el mariachi omnipresente, las cantinas llenas de tequila y la violencia gratuita. Emilia Pérez, desafortunadamente, parece sumar su nombre a esta lista.

No obstante, este tipo de reacciones también abre un espacio importante para la reflexión. La discusión que surge de estas películas pone sobre la mesa la necesidad de que seamos nosotros quienes contemos nuestras propias historias, desde múltiples perspectivas. Es imperativo que el relato cinematográfico internacional comience a escuchar más atentamente las voces locales y trabajen en colaboración para evitar simplificaciones que diluyan nuestra esencia.

En un mundo donde las plataformas digitales hacen que el cine viaje más rápido que nunca, la responsabilidad de representar adecuadamente a un país se vuelve aún más crucial. La recepción de Emilia Pérez debería servir como un recordatorio de que no somos un concepto único y fácil de definir, sino una amalgama compleja de historias, tradiciones y modernidades.

Quizá, en el futuro, podamos ver más producciones que tomen este desafío en serio, dejando de lado las visiones simplistas. Porque México, con todas sus luces y sombras, merece ser contado con verdad y profundidad.

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