El gobernador César Duarte dio una muestra de que la seguridad está volviendo a Chihuahua y lo hizo de una forma altanera, de esas que la gente no puede rechistar, pues viajó de Juárez a Samalayuca, un recorrido de unos 30 kilómetros, con apenas unos cuántos guardias escoltándolo a él y a la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, durante su gira por la frontera.

Pero eso no fue lo verdaderamente impactante, sino la cercanía que dieron todos a la gente, pues se acercaron a saludar casi sin restricciones, sin empistolados, sin pasamontañas. Al menos en esta zona de Chihuahua se nota un mejoramiento en la seguridad pública y el mandatario lo dejó bien clarito. Este gesto, por breve que haya sido, no puede dejar de ser notable en una ciudad donde ni las autoridades podían asomar la cabeza. Gol de Duarte.

El gobernador estaba orgulloso de presumir este logro, pero pronto llegó el ‘empate’, una manera frívola de decirlo, ya que se trata de vidas humanas: En  el pueblo de Carretas, Gran Morelos, masacraron a seis policías y culpan a militares por estos hechos, un dato que preocupa pues si se demuestra confirmaría lo que muchos sospechan, que el Ejército está en la Sierra sólo para proteger los intereses de unos y fregarse a los otros, pues rara vez hay acciones en pro de la seguridad y cuando se involucran es para ponerse a favor de un cártel. Eso dice la gente.

Cierto es que Duarte reforzó la delantera, pero aún trae descuidada la retaguardia, la región centro-sur del estado,  desde Meoqui hasta Jiménez, pasando por Parral y Balleza. Aunque también la labor no es de un día para otro, es difícil, lento y muy delicado el asunto.

Desde el interior de la Fiscalía General del Estado, un agente nos contó que parte de la estrategia para bajar la violencia era “no moverle” a las ejecuciones, vinieran de donde vinieran, pues se dieron cuenta de que muchas veces al ubicar y castigar al responsable, sólo hacían que siguiera la cadena de venganzas, ya sea entre cárteles, entre familias o entre grupos. La política ahora es la del “ahí muere”, pues hay cadenas de odio muuuy largas en Chihuahua y a nadie le interesaba ponerles fin. Cobarde, pero efectivo.

Pero si de criminales hablamos, está ahí la Comisión Federal de Electricidad en Chihuahua, que cada vez atropella más a los usuarios cautivos y les manda recibos con hasta 10 veces más del costo normal. Nos refieren el caso de una familia en el fraccionamiento Quinta Versalles, quienes de pagar 450 pesos al bimestre de pronto el recibo les llegó de 4,800, a pesar de que no tienen aire acondicionado ni aparatos que consuman mucha energía. De nada sirve reclamar, los funcionarios están ‘programados’ para ofrecer, en el mejor de los casos, pagar en abonos chiquitos.

Es por eso que muchos chihuahuenses están uniéndose a organizaciones como el MARC y el Barzón, pues no pueden pagar los altísimos costos que les imponen pero tampoco pueden vivir sin su foquito, así que se avecina una buena bronca, pues la autoridad tratará de resolver con amenazas y garrotes lo que podría arreglarse con un par de orejas bien limpias y dispuestas a escuchar.

Y hablando del Barzón, deben estar preparando documentos e instalaciones, pues pronto tendrán muchos más afiliados gracias a la reforma a los Códigos Civil y Familiar adoptada ayer en el Congreso del Estado, pues ahora se podrán desalojar de volada propiedades en litigio.

Los barzonistas tampoco cooperaron mucho. No tienen confianza en los legisladores y se cerraron al diálogo, pues consideran que eso permitirá a bancos, los siempre voraces bancos, echar a la calle a personas que hipotecaron y deben sus propiedades. Aquí viene la semilla para otro conflicto social, pues en creen que en vez de darle más dientes a los bancos deberían cortárselos. Muy peligrosa para todos esta reforma, en especial para la autoridad, que debe remediar las trampas legales de los abogados para demorar los desalojos legítimos, pero con términos más justos y equitativos.

Pero no fue el único tirito del día, pues las diputadas del PT, América y Lilia, se disfrazaron de izquierdistas y presentaron, cada una en su ámbito, propuestas para reconocer plenamente las uniones del mismo sexo, de modo que permitan un reconocimiento pleno a las parejas homosexuales y se les permita, si cumplen con todos los requisitos y superan todas las pruebas, adoptar, heredar, etcétera.

Otro que llega mal visto es el nuevo Delegado del Infonavit, a quien consideran un “Carpinteyro” por el conflicto de intereses entre su nuevo puesto, su papel como presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) y su empresa, Corporativo Inmobiliario del Norte, que es el encargado de construir cientos de casas de interés social en San Guillermo mediante su empresa Corporativo Inmobiliario del Norte, las cuales vende a través del ¡Infonavit! Más sucia la tranza no se puede.

Y en la tarde, el Foro de Periodistas de Chihuahua, presidido por Adrián García Sánchez, agradeció la ampliación de la Casa del Periodista, financiada con presupuesto público,  a los tres niveles de gobierno, y ahí estuvieron Javier Garfio, el alcalde, y Pedro Villalobos, presidente del Congreso.

En su discurso no abordó el despido de un reportero de TVAzteca, supuestamente por criticar a César Duarte y a Javier Garfio en Facebook. No. Mejor habló de su postura contra los matrimonios del mismo sexo, lo que dejó cara de ¿What? En algunos, de indiferencia, en muchos y de satisfacción en otros. Amor con amor se paga.

Y para cerrar con un tema más amable, está Centrópolis, la versión 1.1 del Ruta 1 implantado por Marco Adán Quezada, el cual es un evento que ha recibido muy buenos comentarios tanto para la anterior administración como para la actual.

Siempre hay críticas, que si es mucho alcohol, que si no hay arte, que si lo comparan con el Cervantino. Le falta, es obvio, pero es un gran espacio para que la ciudadanía salga a la calle y se apodere de ella para arrebatársela a la delincuencia. Sin duda una buena señal para Chihuahua, pero es aquí donde la autoridad pone la mesa y la ciudadanía quiere que hasta le mastiquen el bocado.

En las grandes ciudades no es la autoridad sino la ciudadanía misma la que organiza los mejores eventos, o cuando menos aporta. Los chihuahuenses hemos caído en la mentalidad de que todo nos lo den peladito y en la boca. Ojalá este espacio sirva para eso, para dejárselo a la gente de a pie, que se diviertan, que lo aprovechen, pues si no ahí estarán los partidos, las empresas y los gobiernos, listos para adaptarlo a sus intereses. Hay que ponernos las pilas.