Varios agentes de la policía sacaron este jueves por la fuerza y esposado al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, de la embajada ecuatoriana en Londres para introducirlo a continuación en un furgón, informa la BBC.
Las imágenes que grabaron el momento en que el activista australiano, de 47 años, es detenido muestran a Assange resistiéndose, forcejeando y gritando mientras los policías lo introducen de manera apresurada en una furgoneta que aguarda su salida, y que lo traslada a una comisaría de la capital para ser interrogado.
Assange llevaba asilado en la legación de Ecuador en el Reino Unido desde el 19 de junio de 2012.
Testigos indicaron a medios británicos que Assange «gritaba y forcejeaba» cuando los agentes lo sacaron del edificio: «Parecía encontrarse débil y estaba rodeado de policías», añadió esa fuente.
Tras conocerse el apresamiento del activista, a la embajada de Ecuador se acercó un grupo de simpatizantes de Assange, portando pancartas en las que se leía: «Liberad a Julian».
Assange pidió ayuda, hace casi siete años, al Gobierno ecuatoriano a fin de evitar su entrega a Suecia, que solicitaba entonces su extradición por presuntos delitos sexuales.
El portal WikiLeaks confirmó este jueves que Ecuador ha clausurado el asilo político concedido a Assange y consideró «ilegal» esa decisión, que calificó de «violación del derecho internacional».
La detención del australiano se produjo en virtud de una orden de arresto cursada por la Corte de Magistrados de Westminster (Londres) el 29 de junio de 2012, cuando el exhacker decidió no presentarse ante la Justicia.
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.