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Salud y Bienestar

Haber tenido muchas parejas sexuales aumenta el riesgo de tener cáncer: Estudio

Un mayor número de parejas sexuales durante toda la vida podría asociarse con mayores probabilidades de cáncer, de acuerdo con un estudio publicado en la revista médica BMJ Sexual & Reproductive Health.

Para el estudio, explicaron los investigadores, se utilizaron datos de 2 mil 537 hombres y 3 mil 185 mujeres mayores de 50 años, a quienes se les cuestionó sobre el número de parejas sexuales que habían tenido a lo largo de su vida y la situación de su salud actual.

Las mujeres que informaron haber tenido 10 o más parejas sexuales tuvieron 91 por ciento mayor riesgo de cáncer en comparación de las que dijeron relacionarse con entre cero y una pareja sexual, detallaron.

En los hombres, aquellos que tuvieron de dos a cuatro parejas sexuales tuvieron 57 por ciento más probabilidad de cáncer que los que se relacionaron con entre cero y una. En tanto que los que informaron 10 o más, arrojaron 69 por ciento más riesgo de ser diagnosticados con la enfermedad.

Los investigadores señalaron que el estudio es observacional, por lo que no se puede establecer una causa como tal, sin embargo, los hallazgos coinciden con estudios anteriores sobre que las infecciones de trasmisión sexual podrían estar asociadas con varios tipos de cáncer.

“Comprender el valor predictivo del número de parejas sexuales durante toda la vida como un factor de riesgo conductual, puede mejorar la evaluación clínica del riesgo de cáncer en adultos mayores”, apuntaron.

Fuente: El Financiero

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

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