Después de la explosión que el pasado martes destrozó casas y vidas en Beirut, los habitantes de la capital libanesa han decidido no esperar por las autoridades en las que no creen y han tomado palas y escobas para recuperar su ciudad.
Tras una catástrofe que ha conmocionado al Líbano dejando hasta el momento 137 muertos y más de cinco mil heridos, así como decenas de desaparecidos, gente de todo el país ha ido llegando a la capital para arrimar el hombro: algunos limpiando y otros ayudando a quienes han perdido su vivienda.
Cientos de personas con escobas, guantes y palas trataban hoy de limpiar vidrios rotos y escombros de las calles.
“Vinimos a limpiar nuestras calles porque sabemos que nuestro gobierno no lo hará”, dijo a Efe Tina Maria Haidar.
“Estaba ayer en Beirut y sé lo difícil que está siendo la situación así que estoy aquí para ayudar”, agregó.
En las calles no se observa funcionarios públicos y no hay presencia visible del Gobierno en los trabajos de limpieza de las áreas cercanas al puerto, donde el martes la deflagración de dos mil 750 toneladas de nitrato de amonio causó una enorme explosión que sacudió a toda la ciudad.
El riesgo para la gente que sigue viviendo en bloques afectados de manera leve o severa por la detonación está presente. Foto: Nabil Mounzer, EFE.
Gente de todo el país ha ido llegando a la capital para arrimar el hombro: algunos limpiando y otros ayudando a quienes han perdido su vivienda. Foto: Nabil Mounzer, EFE.
Sí se ve una importante presencia militar, después de que el miércoles el Gabinete de Gobierno declarara una emergencia de 15 días en la capital libanesa y la administración del Ejército en la zona para mantener el orden público.
Elie Khairala, de 22 años, forma parte de un grupo de 60 voluntarios que se han ofrecido para ayudar a las miles de familias afectadas por la tragedia.
“Inmediatamente nos ofrecimos voluntarios para venir y ayudar a la gente en Beirut, si nosotros no ayudamos ¿quién lo hará?”, dice.
Muchos edificios están hoy a punto de caerse, los escombros y ladrillos se precipitan a las calles aquí y allá una y otra vez, pero aún los ingenieros del Gobierno no han comenzado a revisar las condiciones de las edificaciones.
El riesgo para la gente que sigue viviendo en bloques afectados de manera leve o severa por la detonación está presente.
Otros ni siquiera han tenido la opción de dudar si quedarse en sus viviendas ante la situación en que han quedado los edificios. Según la Gobernación de Beirut entre 200 mil y 250 mil personas han perdido su casa por la detonación.
Los daños son ingentes en la capital libanesa y hay cálculos que sitúan las pérdidas entre los tres mil y tres mil 500 millones de dólares.
El Banco Central del Líbano anunció hoy créditos sin interés a pagar en cinco años para quienes tengan que reconstruir su vivienda o encontrar un hogar.
El Gobierno también ha prometido ayuda y apoyo a quienes han perdido su hogar, pero la falta de confianza de la población en las medidas de las autoridades es palpable en prácticamente todas las esquinas, mucho más tras meses de protestas contra unos dirigentes a los que acusan de la grave crisis que vive el país.
Nagham Rabei, de 19 años, trataba de ayudar hoy a hacer circular a la gente para que se alejara de un edificio de la zona de Gemayzeh la más afectada por la explosión mientras otros voluntarios intentaban hacer caer un gran bloque que se había quedado colgando de la construcción.
“La ciudad nos necesita, estamos asumiendo nuestra responsabilidad y estamos haciendo el trabajo de todo el Gobierno”, dijo.
“Con nuestro esfuerzo y el de toda la gente que está viniendo a ayudar reconstruiremos Beirut de nuevo”, agregó.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.