El corazón es el músculo fuerte, responsable de gran parte de las funciones del cuerpo, pero si se descuida o se hacen cosas que no lo beneficien, puede manifestar molestias y comenzar con diferentes malestares físicos.
Lo anterior lo advirtió el doctor Antonio Baños, coordinador auxiliar de Gestión Médica de la Delegación Estatal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua, quien destacó la importancia de mantener una vida y alimentación saludable.
Explicó que el corazón humano actúa como una bomba que late a más de 60 pulsaciones por minuto, lo que da como resultado cerca de 32 millones de latidos por año, que impulsan sangre hacia los órganos, tejidos y células del organismo.
Detalló además que la sangre bombeada además de suministrar oxígeno y nutrientes a cada célula hace el intercambio y recoge el dióxido de carbono, así como sustancias de desecho, por eso si el flujo del líquido hemático se altera se ve comprometida la vida.
Enfatizó que consumir alimentos con demasiada grasa y sal, fumar, no hacer ejercicio, son factores que pueden alteran el funcionamiento del corazón, al presentarse enfermedades que dañen los vasos sanguíneos, tales como hipertensión, arritmias, cardiopatías, trombosis venosa y ataques cardiacos, entre otros.
Asimismo, señaló que el “irritarse” por un problema no lo soluciona, sin embargo puede afectar directamente al corazón, por eso es recomendable tomar un descanso de varios minutos para pensar varias veces las cosas y analizar una posible solución, sin necesidad de someter al organismo a funciones aceleradas propiciadas por coraje, miedo o desesperación.
Resaltó además que el corazón como cualquier otra parte del cuerpo necesita cuidados que son vitales para el buen funcionamiento, por eso se recomienda primeramente cuidar la alimentación consumiendo alimentos balanceados y que contengan todos los nutrientes, así como reducir la ingesta de sal, azúcar y grasa, para de esta manera evitar el “taponamiento” de las arterias que afecta la circulación; así como practicar la activación física al menos 30 minutos al día, durante cuatro o cinco días a la semana.
Finalmente, exhortó a los derechohabientes del IMSS: si se presentan molestias acudan a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) de su adscripción, para que el médico valore el estado de salud e indique las acciones a seguir para restablecer el óptimo funcionamiento del organismo.