Desde hace más de seis años, Haití sufre la peor catástrofe humanitaria del continente americano.
En 2010, un terremoto de magnitud 7.0 devastó el país, provocó alrededor de 300 mil muertos y millones de damnificados que al día de hoy siguen viviendo en condiciones precarias, en medio de escombros y ruinas.
De acuerdo con cifras oficiales, al menos 60 mil personas aún viven en casas de campaña desde el temblor.
Hoy, el país más pobre de América encara otro desastre que parece haberlo sumido en una espiral interminable de tragedia.
El huracán Matthew, el más poderoso que se haya formado en el Atlántico en casi una década, arrasó con comunidades enteras y afectó a más del 19% de la población de 2.1 millones de personas, según datos oficiales.
A ello se suman los 372 muertos, cuatro desaparecidos y 246 heridos que dejó el ciclón, de acuerdo con las autoridades, aunque un conteo independiente realizado por la agencia Reuters da cuenta de casi mil personas fallecidas.
Los equipos de rescate no han podido llegar hasta algunas zonas que siguen incomunicadas, lo que hace que el balance de daños sea más lento.
Todo este escenario se complica aún más debido a la crisis política que ha impedido la formación de un gobierno estable desde hace casi dos años.
El huracán obligó a las autoridades electorales a aplazar los comicios generales previstos para este 9 de octubre.
El Consejo Electoral Provisional (CEP) tiene previsto reunirse en las próximas horas para definir la nueva fecha de los comicios.
Por si fuera poco, una epidemia de cólera amenaza con propagarse por las zonas golpeadas por Matthew, algunas de las cuales están incomunicadas y claman por ayuda y comida.
Los peores pronósticos se cumplieron con el embate de Mattew.
Previo a la llegada de la tormenta, la ONU había advertido que Haití se enfrentaba a la peor catástrofe desde el terremoto de 2010.
Y así ocurrió.
El presidente interino, Jocelerme Privert, ha lanzado una desesperada advertencia al indicar que su país corre el riesgo de sufrir «una hambruna real».
Privert dijo que la hambruna será real en tres o cuatro meses si la situación no se maneja apropiadamente, informó la cadena británica BBC.
Naciones Unidas ha pedido de forma urgente a la comunidad de donantes 119 millones de dólares para acudir en auxilio inmediato de 750 mil personas que han quedado gravemente damnificadas en el suroeste de Haití, tras el paso del huracán.
La población afectada necesita alimentos, agua potable y algún cobijo, luego el daño causado por los vientos sostenidos que alcanzaron los 235 kilómetros por hora y por las posteriores inundaciones.
En total 1.4 millones de haitianos necesitan algún tipo de asistencia, aunque los que requieren recibir ayuda de forma inmediata son un poco más de la mitad, precisó la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU al presentar esta petición de fondos.
El 70 por ciento de la población en las zonas donde los daños han sido más graves ya se encontraba en situación de pobreza y sólo el 24% vivía en áreas urbanas.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.