Conecta con nosotros

Increible

Halla INAH palacio maya de mil años de antigüedad en una zona poco explorada

Los arqueólogos encontraron el edificio de unos 55 metros de largo en el estado de Yucatán, en el sureste de México, y creen que fue construido y utilizado por la civilización maya hace un milenio.

Mide unos 55 metros de largo, 15 metros de ancho y seis metros de alto. Así son las ruinas de un gran palacio que unos arqueólogos descubrieron recientemente en México y que creen que perteneció a la civilización maya, de hace unos 1.000 años.

Los restos de la construcción fueron encontrados en una excavación en el sitio de la antigua ciudad de Kulubá en el estado de Yucatán, en el sureste de México, tal como lo confirmó este jueves el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Los mayas, el pueblo fundamental para Centroamérica que México tardó en valorar (a pesar de su enorme importancia)
En vista de los materiales de construcción, los expertos creen que la estructura fue utilizada durante dos períodos de la civilización maya, a partir del 600 d.C.

La civilización maya vivió su apogeo en territorio del actual México y América Central antes de que España conquistara la región.

Hallazgo “importante”
De acuerdo al Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), el edificio prehispánico estuvo en uso en el periodo clásico tardío, entre los años 600 900 d.C. y el clásico terminal, entre el 850 y el 1050 d.C.

El palacio mide unos 55 metros de largo, 15 metros de ancho y 6 metros de alto.

Está ubicado en el oriente de la ciudad de Kubalá y se trata de un descubrimiento arqueológico muy importante, dice el INAH en un video que publicó sobre el hallazgo en YouTube.

“Este palacio que consideramos es de seis cámaras, ya está siendo intervenido para localizar los muros, las escaleras, y luego conservar la estructura”, explica el arqueólogo Alfredo Barrera en el video.

Fuente: Animal Político

Increible

Explota cohete Starship en Texas: nuevo revés para SpaceX a solo un año de su misión a Marte

Una nueva explosión sacudió la noche del miércoles 18 de junio el cielo del sur de Texas, cuando el cohete Starship de SpaceX estalló durante pruebas en la base de lanzamiento de Brownsville, en lo que la compañía calificó como “una anomalía mayor”. La gigantesca nave de 400 pies de altura —pilar del ambicioso plan de Elon Musk para colonizar Marte— sufrió un fallo durante su test en tierra, generando una enorme bola de fuego y escombros visibles desde varios kilómetros a la redonda.

Aunque no se reportaron heridos, SpaceX pidió a la población mantenerse alejada de la zona mientras equipos de seguridad trabajan para asegurar las instalaciones de Starbase y sus alrededores. “No existen riesgos para las comunidades cercanas”, aseguró la empresa en un comunicado publicado en su cuenta de X.

La causa de la explosión aún está bajo investigación, pero Elon Musk adelantó en redes sociales que los datos preliminares apuntan al fallo de un contenedor presurizado de nitrógeno (COPV, por sus siglas en inglés) en la bahía de carga. “Si se confirma, sería la primera vez que este diseño falla de esa manera”, añadió el fundador de SpaceX.

El incidente se suma a una serie de contratiempos recientes para el programa Starship. Apenas el 27 de mayo, durante su noveno vuelo de prueba, la nave se desintegró sobre el océano Índico tras perder el control 46 minutos después del despegue. En enero y marzo también se registraron explosiones durante vuelos de ensayo, con espectaculares desintegraciones en el cielo de Florida y el Caribe. En esas ocasiones, la etapa superior —donde viajarían astronautas y carga en futuras misiones— logró separarse, pero falló en completar su trayecto.

El Starship está diseñado como un sistema de transporte completamente reutilizable, capaz de regresar a la Tierra después de cada misión. Su objetivo final: llevar humanos y suministros al espacio profundo, con un enfoque particular en Marte. Musk ha reiterado que espera lanzar una misión no tripulada al planeta rojo en 2026, como parte del calendario para establecer presencia humana permanente fuera de la Tierra.

A pesar de los reveses, entre junio y noviembre de 2024, tres pruebas exitosas lograron que Starship orbitara la mitad del planeta y aterrizara sin contratiempos en el océano Índico, generando expectativas positivas. No obstante, los recientes fallos han encendido alarmas sobre la confiabilidad del sistema a tan solo un año de la fecha fijada para iniciar su misión interplanetaria.

Las imágenes captadas por testigos y difundidas el jueves muestran al prototipo Starship 36 envuelto en llamas tras sufrir al menos dos explosiones consecutivas durante la prueba estática, que se realizaba horas después de que la compañía compartiera un video celebrando la activación de uno de sus motores en simulación de ignición en el espacio.

SpaceX no ha anunciado si este nuevo revés alterará su calendario de lanzamientos, pero el incidente representa otro desafío técnico —y mediático— para una empresa que apuesta su prestigio al futuro de la exploración espacial. Mientras tanto, el sueño de colonizar Marte se mantiene en pie, aunque bajo la sombra de explosiones que, una y otra vez, recuerdan que alcanzar el cosmos sigue siendo una tarea plagada de riesgos.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto