Tres artefactos explosivos caseros fueron hallados en el supermercado en el sur de Francia que el sitio de un ataque fatal por un hombre que dijo ser un “soldado” del Estado Islámico, dijo un funcionario judicial el sábado, mientras Francia rendía homenaje a un agente policial que murió tras ofrecerse como rehén a cambio de una mujer.
También se hallaron una pistola calibre 7.65 y un cuchillo de caza, dijo el funcionario. El funcionario no estaba autorizado a hablar púbicamente del asunto acerca de la investigación.
El supermercado en Trebes fue el sitio de un ataque de horas el viernes que mató a cuatro personas. El atacante, un joven de 25 años de origen marroquí, murió cuando fuerzas especiales irrumpieron en el lugar.
Un policía que se ofreció al atacante a cambio de una mujer rehén murió a causa de sus heridas el sábado, lo que elevó a cuatro en el total de muertos en el ataque. El teniente coronel Arnaud Beltrame, de 44 años, fue homenajeado como héroe nacional por su “coraje y altruismo”.
Beltrame fue uno de los primeros agentes que respondieron al asalto del viernes.
Beltrame, que entró en las fuerzas especiales de élite de la policía en 2003 y estuvo desplegado en Irak en 2005, había organizado una sesión de formación para este tipo de situaciones con rehenes en la región de Aude el pasado diciembre.
Entonces armó a sus agentes con pistolas de pintura, según el diario local Depeche du Midi.
«Queremos estar lo más cerca posible de las condiciones reales”, explicó entonces el policía.
Pero cuando entró al mercado el viernes tras prestarse voluntario para ocupar el sitio de una rehén, había entregado su arma.
Lo que no sabía el captor, de origen marroquí, es que había dejado su celular encendido para que la policía en el exterior pudiera escuchar lo que ocurría dentro del mercado. Las autoridades dijeron que cuando escucharon disparos en el interior decidieron ingresar. Beltrame sufrió una herida fatal.
Su muerte eleva a cuatro personas el número de víctimas mortales del ataque. El pistolero fue abatido por las fuerzas de seguridad y otras 15 personas resultaron heridas.
«Arnaud Beltrame murió al servicio de una nación a la que ya le había dado mucho”, dijo el presidente del país, Emmanuel Macron, en un comunicado.
Al dar su vida para terminar con el plan mortal de un terrorista yihadista, cayó como un héroe”, añadió.
La investigación se centrará en establecer cómo el agresor, identificado por la fiscalía como Redouane Lakdim, consiguió el arma y se radicalizó, explicó Macron.
El viernes en la noche, las autoridades catearon un edificio y un edificio en el centro de la localidad de Carcassonne, donde se cree que vivía Lakdim.
La policía tuvo durante la noche a un joven de 17 años no identificado por sospechas de asociación delictiva relación con el terrorismo, dijo la fiscalía de París. El menor es amigo del pistolero, dijeron las autoridades.
Lakdim tenía antecedentes penales por delitos menores y narcomenudeo. Pero también estaba bajo vigilancia y desde 2014 fue incluido en la llamada “Fiche S”, un registro gubernamental de individuos que presuntamente están en vías de radicalización, pero no han cometido actos de terrorismo.
Francia está en alerta máxima desde una ola de ataques extremistas en 2015 y 2016 que se cobraron más de 200 vidas.
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.