Ecologistas encontraron el cadáver de un cachalote varado en una isla de la zona central del archipiélago indonesio con casi 6 kilogramos de plástico en el tracto digestivo, entre vasos, botellas, bolsas y otros objetos, informaron hoy fuentes oficiales.
El estómago del animal contenía 115 vasos, 4 botellas, 25 bolsas, 2 sandalias y más de mil trozos de cuerda, entre otros productos de plástico.
El cetáceo, de 9.5 metros de largo por 4.3 de ancho, fue encontrado el lunes por ecologistas en la isla Kapota, situada dentro del Parque Nacional de Wakatobi, en la provincia de Célebes del Sur, indicó el Ministerio de Medioambiente de Indonesia en un comunicado.
Miembros del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y de una academia local de conservación marina revelaron que el aparato digestivo del cetáceo contenía 115 vasos, 4 botellas, 25 bolsas, 2 sandalias y más de mil trozos de cuerda, entre otros productos de plástico.
El director del Parque Nacional de Wakatobi, Heri Santoso, dijo que enterrarán al cachalote en una playa del norte de Kapota, según el comunicado.
Wakatobi es un popular destino turístico de submarinismo en Indonesia, país que se ha comprometido mediante decreto presidencial a eliminar el 30 por ciento de sus residuos marinos para 2025, con un presupuesto de mil millones de dólares (876 millones de euros).
Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, se sitúa después de China como la segunda nación que más plástico vierte al océano, según un estudio publicado en 2015 por la revista Science.
La ONU estima que cada año cerca de ocho toneladas de plástico van a parar al mar y que en muchos casos son ingeridos por los animales marinos y pasan a formar parte de la cadena alimentaria de los humanos.
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.