Ciudad Juárez– Los Centros de Reinserción Social para Adultos (Cereso) en el estado han acumulado 248 muertes al interior de las celdas en la última década.
Pero, es a partir de 2017, durante la administración que encabezó Javier Corral Jurado, cuando los decesos en los centros penitenciarios aumentaron y alcanzaron su número más alto en el año 2020, con 48 casos. Del total general, 239 son hombres y nueve mujeres, recluidas en el Femenil 1 y 2. A partir de 2021, cuando concluyó Corral su gestión, los fallecimientos de personas privadas de su libertad (PPL) empezaron a reducirse; sin embargo, las muertes dentro de las cárceles estatales continúan.
Datos oficiales de la Fiscalía General del Estado (FGE) obtenidos a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) indican que en la última década sólo en el Cereso de Juárez han fallecido 105 hombres del primero de enero de 2012 al 31 de agosto de 2022.
Esto implica que en el penal local ocurrió el 42 por ciento de las muertes registradas dentro de los siete Ceresos que controla el Gobierno del Estado.
El reporte indica, además, que sólo del primero de enero al 31 de agosto del año en curso han muerto 29 personas privadas de la libertad en los Ceresos 1, 2, 3, 4, 7 y el Femenil 1. En el reporte no están contemplados los penales de 5, de Nuevo Casas Grandes, ni el 8 de Guachochi.
De estas muertes, seis son homicidios dolosos, tres por arma de fuego, en dos casos no se precisa el tipo de muerte y una más fue asfixia por estrangulamiento.
El reporte oficial de la FGE menciona que la incidencia más alta de decesos son los supuestos casos de suicidio por asfixia mecánica por suspensión con ocho casos: uno en el Cereso 1, conocido como Aquiles Serdán; otro en el Cereso 3, ubicado en Juárez, y seis casos en el Cereso 4, localizado en Parral.
Las otras causas de muerte, indicó la FGE son: falla orgánica múltiple, paros cardiacos (una mujer del Femenil 1), hepatitis C, enfermedad cerebrovascular, insuficiencia hepática, cirrosis, pancitopenia y tromboembolia pulmonar.
Para Eduardo Sáenz, primer visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) en Ciudad Juárez, los datos obtenidos por El Diario son bastante reveladores, al referir que la FGE maneja la información de manera discrecional.
Agregó que de los pocos casos que han tenido conocimiento fueron los familiares los que interpusieron las quejas directamente ante esa Comisión.
Penales sobrepoblados
Los datos más recientes respecto a la sobrepoblación de los centros penitenciarios del estado refieren que hasta julio del año en curso 8 mil 468 hombres permanecían confinados en los siete reclusorios: 3 mil 83 estaban bajo proceso y 4 mil 679 habían sido sentenciados por delitos del fuero común, 283 eran procesados y 423 cumplían sentencia por delitos federales.
El cuaderno mensual de información de la estadística penitenciaria nacional de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) mencionaba ese mes que a nivel estatal, el Cereso 3 es el que cuenta con el mayor número de reos y, por ende, la mayor sobrepoblación.
Para julio pasado el Cereso 3 albergaba 3 mil 890 internos, mientras que el Cereso 1, situado en Chihuahua, tenía una población de 2 mil 726.
El Cereso 3
Al asesinato de Kevin Alan Campos Aguilera y Raúl Abraham Sepúlveda Olivas, ocurrido el pasado 11 de agosto mientras se encontraban privados de la libertad en el Centro Estatal de Reinserción Social número 3, le anteceden otras seis muertes registradas al interior del reclusorio este año.
La muerte violenta de los reclusos dejó una estela violenta en la ciudad conocida como “jueves negro”. Y aunque dos directivos del penal renunciaron al cargo, tres custodios fueron separados del cargo por motivo de investigación y un guardia más fue asesinado mientras gozaba de su período vacacional. La FGE no ha acusado formalmente a nadie por los crímenes, las lesiones y los daños ocurridos al interior del penal.
El archivo periodístico establece que el pasado 13 de febrero un reo de 40 años se suicidó. El 8 de marzo también se localizó el cuerpo de otro interno, identificado como Manuel Domínguez, quien presuntamente se colgó de las rejas de su celda.
El tercer deceso ocurrió el 29 de marzo, cuando una persona privada de la libertad pereció, al parecer, por ingesta de alimentos. El cuarto fallecimiento se hizo público la noche del 27 de mayo cuando una persona privada de la libertad fue encontrada inconsciente dentro de su celda y llevada a la enfermería, donde finalmente falleció. En dos de los decesos no se obtuvo la fecha.
Las probables causas de muertes citadas en el reporte son: asfixia mecánica por suspensión, asfixia mecánica por alimentos, enfermedad vascular cerebral, insuficiencia hepática, cirrosis, infarto y los dos homicidios.
Alerta por decesos
En un análisis de los datos oficiales de la FGE, se observa que la última década el Cereso 3 registra el mayor número de probables suicidios con 21 víctimas; seguido del Cereso 1 con 9 decesos y siete más en el Cereso 4, ubicado en Parral.
Para el primer visitador de la CEDH, los ocho probables suicidios ocurridos este año y los nueve registrados el año pasado son motivo de alerta, esto debido a la falta de personal especializado en tratamiento de enfermedades mentales al interior de los centros carcelarios.
La atención siquiátrica es necesaria, desgraciadamente el penal está sobresaturado para atender las enfermedades mentales, explica.
Refiere que los mismos jueces han solicitado estudios especializados para determinar si algún acusado padece de alguna discapacidad mental. El estudio tarda meses en ser realizado.
“Esta situación, de la falta de personal especializado, ya se está analizando, lo tiene que resolver el Gobierno del Estado, porque en años pasados se han justificado argumentando que no hay psiquiatras”, agrega el primer visitador.
“Ante estos datos, vamos a solicitar información a la Fiscalía General del Estado para conocer qué medidas tomaron ante estos casos de suicidio; necesariamente tiene que ampliarse el Departamento de Psicología”, puntualiza.
Con respecto a los demás padecimientos que se registran en los penales estatales, dijo que han investigado diversas quejas por falta de tratamiento médico en las cárceles.
Hay padecimientos como diabetes, cáncer, del corazón y otras patologías que no reciben un tratamiento especializado, por lo que consideran necesario solicitar más información a la FGE sobre el estado de salud que guardan internos que cuentan con un expediente médico y cuyo número dijo desconocer.
Fuente: El Diario