“Si ganamos a todos los chihuahuenses les va a ir bien, menos a César Duarte, a él lo vamos a meter a la cárcel”. Así de tajante fue Javier Corral durante su registro como precandidato a la gubernatura por parte de Acción Nacional, precandidatura que va sin alianzas formales con ningún partido pero que pretende “formar una gran alianza ciudadana”.
Esto después de que partidos como el PRD principalmente le hicieran el fuchi, pues si bien a nivel nacional es más común verlo comiendo con personajes de izquierda que con los de su partido, a nivel local estas franquicias políticas comprometieron su apoyo total a la estrategia del PRI, ya sea como aliados formales o como francotiradores.
Durante el evento destacó la presencia de Josefina Vázquez Mota y Ricardo Anaya, así como de unos cuántos panistas como Rocío Reza, Mario Vázquez y Carlos Angulo, este último el único ex contendiente que asistió, pues ni Blanco, ni Ortuño ni mucho menos Borruel lo acompañaron en la foto, lo cual habla de que la supuesta unidad no sólo fue una pose para la foto, sino que se limitó a la foto del mero día y ya nadie quiere volver a poner su cara.
Y es que el haber hecho su ceremonia de registro en la capital del país habla de los apoyos que trae, más bien concentrados en sectores políticos del altiplano, con personajes de izquierda y de la sociedad en general, pero en el panismo chihuahuense nada, la verdad es que a la mayoría les cae gordo pues se han visto criticados por el polémico ex senador.
También llamó la atención la insistencia de Corral, quien invitó a José Luis Barraza, candidato independiente de sangre azul, a medir fuerzas un mes antes de que culminen las campañas, y el que vaya con menos fuerza que se baje y le ofrezca su apoyo al otro, con lo cual cree tener asegurada la gubernatura para alguno de los dos. Corral siguió con su ‘speach’ de que el más independiente es él, que Chihuahua no es Nuevo León ni Barraza es un bronco, pero también puntualizó que: “Barraza podrá ser lo que sea, pero no es un esquirol del PRI”, lo cual es cierto.
Pero lo que es Barraza, parece que podría tomarle la palabra, y no porque piense bajarse, sino porque va superando expectativas pues aunque le pidieron 75 mil firmas ya reunión 110 mil y parece que meterá el acelerador a fondo en los nueve días que le quedan de plazo para acercarse lo más posible a las 200 mil que se autoimpuso y así no dar ningún margen de crítica o impugnación a su liderazgo.
Barraza sabe que la colecta de firmas es sólo un primer paso, y que no debe distraerse mucho de la segunda fase que formalmente no ha empezado pero ya empezó, y es el acarreo de voluntades y votos. Es por ello que, ya con la meta de firmas rebasada, ha aflojado el paso en este rubro para dedicarse de lleno a reuniones con grupos y liderazgos que buscan sumarse a su proyecto.
Pero mientras Borruel y Chacho parecer crecer y robustecer sus candidaturas, al que parece que no le alcanza el parque es a Enrique Serrano, quien ha tenido que signar alianzas con los partidos rémoras que no saben más que vivir de alianzas, como son el Panal, el PVEM y peor aún el PT, mientras que el PRD y MC, también van pero como francotiradores, sin alianza formal pero con la misión de bajarles votos a los contrarios, pues ambos postulan a ex panistas resentidos.
También llamó la atención la ridícula declaración que dio ayer Serrano, en la que aseguró que “no estoy a la sombra ni tengo influencia del gobernador César Duarte”. La verdad es que hasta los reporteros voltearon los ojos e hicieron muecas al escucharlo, pues todo Chihuahua sabe que Serrano es el delfín de la continuidad del mandatario.
Pero la pandilla de partidos parece no ser suficiente para calmar la creciente angustia de Serrano, ya que trascendió que ha buscado acercamiento con Marcelo González Tachiquín y su gente, quien renunció al partido hace poco al parecer fastidiado por la cargada en su contra y la exclusión, pero mantiene un activo político que un PRI amenazado no se puede dar el lujo de despreciar.
Y es que el panorama estatal para Serrano es complicado. En Juárez ‘Teto’ es amo y señor, y aunque repite por tercera vez como alcalde no está nada contento con la designación de Serrano. En el caso de Chihuahua, el grupo Duartista al que pertenece Serrano está desmoronado, y las fuerzas políticas imperantes son el PAN y el PRI baecista. En Cuauhtémoc y Delicias el PAN amenaza con creciente fortaleza, mientras que Parral, feudo de Duarte, inclina sus simpatías hacia el independiente Alfredo Lozoya y lo que queda de panismo. Ninguna ciudad fuerte es controlada de pe a pa por la gente enquistada en Palacio.