Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional de Morena, sostuvo este miércoles que derogar la reforma educativa significaría la claudicación del gobierno de Peña Nieto, por lo que dijo que sólo se tiene que revisar y que esto debe ser antes del 1 de septiembre.
“La reforma educativa se tiene que revisar, no se puede derogar, porque esto significaría la claudicación del gobierno de Peña Nieto y no se trata de estar jugando a las vencidas, porque a nadie nos conviene la claudicación del gobierno. Se debe serenar al país para que la entrega de la estafeta en 2018 sea en calma”, indicó en entrevista con Radio Fórmula.
El líder de Morena reiteró que se debe llamar a un periodo extraordinario en la Cámara de Diputados para hacer la revisión de esta reforma y escuchar a los padres de familia, a los maestros y a los expertos; “es decir, hacer lo que no se hizo, pues hay que entender que las leyes se hacen para los seres humanos y esta no es una ley que ayude a la superación de los profesores, no ayuda a corregir deficiencias”.
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Dijo también que la evaluación que se aplica a los profesores “es totalmente autoritaria y punitiva” y aseguró que no sólo está con aquellos agremiados a la CNTE, sino con los del SNTE y hasta con aquellos que no perteneces a alguna organización sindical.
Además, se pronunció por liberar a aquellos profesores que fueron encarcelados y dijo que fue un exceso y una majadería acusarlos de lavado de dinero.
UN GUIÑO AL PRD
En la entrevista, López Obrador cambió la postura que durante los últimos años mantuvo con respecto a una eventual alianza con el PRD rumbo a la elección de 2018, al señalar que “se tendría que analizar”.
Sin embargo, puso como condición que “(en el PRD) tendrían que ser claros en el sentido de no hacer alianzas con el PAN, ni con el gobierno. La alianza sería posible sólo si se marca una sana distancia con el régimen”.
Así, López Obrador abrió la puerta al reencuentro entre los partidos de izquierda, aunque fue claro al señalar que “esto se revisaría en los órganos internos del partido”.
También se le preguntó porqué, hasta ahora, no ha presentado su declaración 3de3, a lo que respondió que en los próximos días la va a presentar y aclaró que “no tengo nada, nada de bienes y nada que ocultar”.
Se refirió además a las obras del segundo piso del Periférico y dijo que es absolutamente falso que hubieran sido reservadas por 12 años e, incluso, durante la entrevista se abrió la página electrónica en la que se encuentra toda la información referente a ese tema.
También habló del Instituto Nacional Electoral y dijo que no confía en él porque “no representan a la democracia. En las pasadas elecciones todos los candidatos del PRI rebasaron los topes en los gastos de campaña y los consejeros se hicieron de la vista gorda”.
Además adelantó que para las elecciones de 2018 tendrán comités en todas las secciones electorales del país. “Es lamentable que haya que tener un ejército de ciudadanos que vigilen las elecciones y que se tenga que defender el voto”.
Ante la pregunta de si su mandato se prolongaría más allá de los seis años que establece la Constitución, López Obrador señaló que no tiene ánimos de reelección “pues si gano, será hasta 2024”.
Finalmente adelantó que, de ganar, en su gobierno no habrá cacería de brujas, “mi fuerte no es la venganza, voy a llegar a cortar la corrupción, habrá justicia, no venganza, pues no tengo enemigos ni pienso tenerlos”.
El Financiero