La Policía holandesa interceptó las comunicaciones telefónicas del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera a petición del FBI porque las leyes de privacidad de Holanda son menos estrictas que las de Estados Unidos o Canadá, confirmó este miércoles una fuente oficial.
Las escuchas telefónicas se llevaron a cabo durante 18 meses, entre 2011 y 2012, aunque el equipo especializado de la Policía solo fue informado de que se trataba de “comunicaciones entre miembros del cártel de Sinaloa” y no de que se trataba del entonces líder de la organización, según recoge el diario holandés Volkskrant.
En 2013, dos agentes del FBI viajaron a Holanda para informar al equipo holandés de la importancia de la operación que habían realizado y de que el objetivo principal de las escuchas era “El Chapo”.
Gracias a esta operación de espionaje, el FBI pudo escuchar por primera vez en años la voz de “El Chapo” y obtener una imagen completa de su extensa organización criminal y de su estilo de vida.
Las operaciones de escuchas telefónicas fueron habilitadas por un informante del FBI, quien había establecido una red Blackberry para las comunicaciones de la organización de “El Chapo”.
El servidor utilizado para almacenar las conversaciones telefónicas se había colocado primero en Canadá, pero las estrictas leyes de privacidad obligaron a buscar alternativa colocando el sistema en un centro de datos operado por Leaseweb en las afueras de la ciudad holandesa de Haarlem, subrayó la fuente.
“El Chapo”, que logró escapar de prisión varias veces, está siendo juzgado desde otoño en Estados Unidos, acusado de once cargos relacionados con el narcotráfico y el lavado de dinero.
Según el diario holandés, la cooperación entre Holanda y Estados Unidos en las investigaciones de delitos es “muy estrecha” y a día de hoy hay 125 solicitudes similares, cuya legalidad está siendo revisadas por la fiscalía porque van desde el uso de servidores informáticos hasta historiales de Whatsapp.