En 2012, James Salaz, un residente de Montrose (Colorado) fue diagnosticado con histiocitosis de células de Langerhans. Esta enfermedad involucra la proliferación anormal de células anormales que provienen de la médula ósea y que migran de la piel hasta los linfonodos.
Durante cinco años, Salaz fue presuntamente tratado con una quimioterapia intensa y fuertes analgésicos, diagnosticados por decenas de doctores, pero ninguna de las dos cosas estaba funcionando. Parece increíble, pero el problema fue que el hombre jamás tuvo cáncer.
El hombre de Montrose relató a NBC cómo inició todo. “Comencé a sentir un dolor debajo de mi axila, así que fui al hospital e hicieron algunas pruebas y luego el médico me dijo que encontraron dos anomalías dentro de mi pulmón izquierdo”, explicó al medio. “Me hicieron otra biopsia de pulmón y dijeron que tenía histiocitosis de células de Langerhans”.
De acuerdo con la web noticiosa, a Salaz le dijeron que este es un cáncer raro que hace que las células se acumulen en partes del cuerpo y que puede dañar el tejido y llevar a la muerte. “Dijeron que yo era el único en Colorado que lo tenía”, asegura Salaz.
Después de visitar a médicos en las ciudades de Delta, Montrose, Grand Junction y Denver, todos confirmaron que tenía este raro tipo de cáncer.
El terrible diagnóstico derivó en meses de quimioterapia intensa, analgésicos fuertes y un puñado de biopsias. Sin embargo, nada estaba funcionando. En algún punto, Salaz acudió a quien era su médico principal en el Centro de Cáncer de San Juan en Montrose, pero no lo encontró, lo habían despedido.
Salaz no tuvo más remedio que buscar a otro médico y eso fue lo que cambió su vida. “Ella me llamó y me dijo que nunca tuve Langerhans. Tengo una cosa llamada vasculitis, y dijo ‘si hubiéramos tratado esto hace cinco años, estarías bien’. Pero ahora se ha puesto tan mal que se llama Wagners», detalló el hombre.
La vasculitis es la inflamación de los vasos sanguíneos. Salaz dijo a NBC que su nuevo doctor le dijo que la anomalía en su pulmón izquierdo era en realidad solo una vena. No cáncer. Le retiraron todos los medicamentos y la quimioterapia. “Trataron algo que ni siquiera tuve y eso es triste. Creo que alguien debe hacerse responsable de ello”, señaló.
Según el reporte del portal de noticias, actualmente los problemas de Salaz continúan. Necesita encontrar un reumatólogo para la vasculitis, pero hasta ahora no ha encontrado uno en su zona que le pueda tratar. Además, debido a la intensa quimioterapia, ahora padece de pancreatitis y ya ha estado en el hospital dos veces por ello.
Telemundo