Después de que se confirmara el fallecimiento de Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino, a sus 88 años, los admiradores del dibujante decidieron despedirlo con un sentido homenaje en las calles de San Telmo.
En la intersección de Chile y Defensa, en 2009 fue colocada una escultura de Mafalda, sentada sobre un banco de plaza y acompañada por sus amigos, Susanita y Manolito. Se eligió esa ubicación para la obra -del artista Pablo Irrgang- porque Quino solía vivir a unos pocos metros, en un edificio del histórico barrio porteño. Hoy, 11 años más tarde, esa esquina cobró un nuevo significado.
Los admiradores del dibujante se acercaron al banco de Mafalda para dejar flores y rendir su propio homenaje. El gesto no tardó en viralizarse a través de las redes sociales, donde se compartieron distintas imágenes del santuario improvisado.
«Acá empiezan a llegar las flores para estos nenes que deben estar muy tristes. Como tantos de nosotros #Quino», escribió una usuaria en su cuenta de Twitter, con fotos de las icónicas figuras rodeadas de ramos.
Admiradores de Quino se acercan a la estatua de Mafalda en San TelmoAdmiradores de Quino se acercan a la estatua de Mafalda en San Telmo Fuente: LA NACION – Crédito: Hernán Zenteno
En su momento, hace más de una década, el dibujante participó del acto de inauguración de las estatuas y expresó, conmovido: «Estoy muy emocionado y tan abrumado que no se qué decir. Claro, siempre me costó hablar, por eso me dediqué a dibujar. Igual hay mucha gente que no sabe qué decir y lo mismo gana elecciones». Y reveló: «Mafalda era de este barrio, y no solo Mafalda, el almacén de Don Manolo lo saqué de una panadería cerca, que era del papá de un amigo».
Las representaciones de Mafalda no se limitan a Buenos Aires, donde, además, una plaza lleva su nombre en el barrio de Colegiales. La protagonista de la famosa tira tiene otra estatua en Mendoza e incluso viajó al otro lado del Atlántico: su imagen, vestida de rojo y de 80 centímetros de altura, aparece sentada en un banco del Parque San Francisco, en la ciudad de Oviedo, Asturias.
Ante la noticia del fallecimiento de Quino, los vecinos de Oviedo decidieron acercarse al lugar para emular el gesto porteño y dejaron flores junto al personaje, a modo de despedida del reconocido dibujante argentino.
Fuente: La Nación