Corren sin importar la edad, la condición física o el atuendo deportivo. Lo hacen una vez al año de manera simbólica aunque el resto del año, la tradicional tortilla mexicana y el maíz, supone para ellas una labor diaria que les permite salir adelante.
Las mujeres de Santa María Coapan, comunidad del central estado mexicano de Puebla, reviven la labor que por años desempeñaron sus antepasados en la Carrera de la Tortilla.
Este año, 330 mujeres cuyas edades oscilan entre los 3 y los 69 años, participaron en esta carrera, única en México, cuyo objetivo es exaltar el trabajo que realizan en esta pequeña comunidad de la Sierra Negra de Puebla: la producción y distribución de tortillas hechas a mano.
Al igual que ella, María Marcaría también viene acompañada de su hija y sus nietas. Para María, es el primer año, y aunque no puede correr, la hará «a su paso».
Las participantes realizan un recorrido de 4,5 kilómetros, distancia que separa su comunidad con Tehuacán, la zona conurbada más próxima donde venden sus tortillas casa por casa.
Años atrás las productoras de tortillas caminaban a diario cargando hasta 20 kilos a la ciudad más próxima, donde vendían su producto por las calles y mercados. «Estamos acostumbradas a caminar por horas cargando mucho peso», dice María de los Ángeles.
Ella ha heredado a su hija y sus nietas el «arte» de la elaboración de tortillas a mano a base de maíz blanco, azul, amarillo y rojo.
Los requisitos para participar en la Carrera de la Tortilla son: ser mujer, originaria de la región, portar la vestimenta tradicional y llevar un cesto con tortillas (alimento prehispánico elaborado a base de maíz).
Algunas mujeres deciden correr descalzas, otras, con unas sandalias denominadas «huaraches» y coloridas trenzas en el pelo.
Las más pequeñas cargan 3 kilos en sus espaldas al igual que las veteranas, donde se encuentran mujeres de hasta 68 años que llevan participando más de 20 años en la carrera.
Las jóvenes son las que más peso cargan, llegando a los 10 kilos.
Fuente: EFE