Las tormentas que han azotado durante los últimos tres días los estados de Texas y Oklahoma (EE.UU.) han dejado miles de viviendas destruidas y un balance provisional de 13 muertos, que se teme pueda aumentar según prosigue la búsqueda de una docena de desaparecidos.
Pero las lluvias provocaron en realidad al menos 28 muertos a ambos lados de la frontera con México, con el sombrío pronóstico de nuevas y mortales inudnaciones.
La ciudad de Hosuton amaneció hoy totalmente inundada tras una noche de fuertes tormentas que dejaron dos muertos en la urbe, cerca de 60.000 abonados sin energía eléctrica y unos 500 rescates, según informó hoy su alcaldesa, Annise Parker.
Se suspendieron las clases de más de 215.000 estudiantes este martes.
Fotos: Reuters
Los estados de Texas y Oklahoma, y un poco más al sur, partes de México, se vieron afectados en los últimos días por una ola de mal tiempo, con varios tornados que destruyeron numerosas casas y desbordaron los cauces de los ríos.
En México, muy cerca de la frontera con Estados Unidos, Ciudad Acuña se vio sacudida el lunes por el pasaje de un tornado que mató al menos a 14 personas. Un bebé, que había sido arrebatado de sus padres por el tornado, hoy apareció muerto.
El bebé estaba junto a sus padres en la calle cuando todos «fueron catapultados por el tornado», según explicó la noche del lunes el alcalde de Ciudad Acuña, Evaristo Lenin Pérez.
«Fue horrible, comenzó a llover durante la mañana y el viento comenzó a levantarse, todo empezó a volar», contó una habitante de Ciudad Acuña, Juanita Pérez.
El director de Protección Civil del estado de Coahuila, Francisco Martínez, dijo que además de las personas fallecidas, 44 debieron ser hospitalizadas y 242 sufrieron heridas menores. Unas 450 casas quedaron dañadas y cerca de 250 completamente destruidas. El lunes cayeron sobre Houston en pocas horas más de 25 cm de agua provocando las peores inundaciones en una década en la cuarta ciudad más poblada de Estados Unidos (2,2 millones habitantes).
La alcaldesa de Houston, Annise Parker, advirtió contra inundaciones en la ciudad, y urgió a la población «a mantenerse a salvo y estar consciente de que podemos tener más lluvias en la jornada».
La situación es resultado de diez días de precipitaciones, que han saturado los suelos.
«Tenemos autos tirados por toda la ciudad», dijo en una conferencia de prensa, y agregó que los equipos de emergencia intentaban llegar a los vehículos para cerciorarse de que no haya nadie atrapado dentro.
Asimismo, instó a la población que vive en zonas bajas a moverse a terrenos más elevados porque «a esta altura es cuestión de vida o muerte».