El huracán Melissa ha dejado una estela de destrucción y muerte en el Caribe tras impactar con fuerza devastadora a Jamaica, Cuba y Haití, antes de dirigirse hacia las Bahamas, donde ya se registran lluvias torrenciales y vientos huracanados. Hasta ahora, más de 30 personas han perdido la vida en la región.
Melissa tocó tierra en Jamaica el martes como un poderoso huracán categoría 5, uno de los más intensos en la historia del Atlántico, con vientos de hasta 295 km/h. La tormenta destruyó infraestructura pública, derribó árboles, inundó carreteras y dejó al 77% del país sin electricidad, según autoridades locales. Las zonas más afectadas fueron las parroquias occidentales, mientras que la capital, Kingston, evitó el impacto directo.
En Haití, al menos 25 personas murieron en la localidad de Petit-Goâve después de que un río desbordado arrasara viviendas enteras. El alcalde Jean Bertrand Subrème informó que varios habitantes permanecen atrapados entre los escombros y pidió ayuda urgente al gobierno central. En República Dominicana también se reportó una víctima fatal.
Melissa llegó a Cuba en las primeras horas del miércoles como huracán categoría 3, provocando daños “significativos”, de acuerdo con el presidente Miguel Díaz-Canel. Más de 140 mil personas quedaron incomunicadas por el desbordamiento de ríos, mientras que 735 mil fueron evacuadas de manera preventiva. En la base naval de Guantánamo, las autoridades ordenaron hervir el agua tras la ruptura de una tubería principal.
Actualmente, Melissa se ha debilitado a categoría 2, pero continúa siendo peligrosa mientras se aproxima a las islas de Long Island y Crooked Island, en las Bahamas. Las autoridades locales evacuaron a casi mil 500 personas antes de la llegada del fenómeno y advirtieron sobre marejadas de hasta dos metros y medio.
Estados Unidos y el Reino Unido han anunciado el envío de equipos de respuesta ante desastres y ayuda humanitaria. El presidente Donald Trump afirmó que su país está “listo para asistir a Jamaica en su recuperación”, mientras que Londres comprometió 3.3 millones de dólares en apoyo de emergencia.
Los meteorólogos destacan que las predicciones del Centro Nacional de Huracanes fueron notablemente precisas, anticipando con varios días de antelación la rápida intensificación de Melissa gracias al uso de modelos de inteligencia artificial. Sin embargo, los pronósticos advierten que, pese a su debilitamiento, el huracán aún representa una amenaza considerable para las Bahamas antes de desplazarse al Atlántico norte.