La influenza, la paranoia de moda, avanza entre titulares catastrofistas y despierta, por lo menos, la suspicacia de quienes la toman con cautela e incluso de quienes afirman que no es más que un mero distractor, dado que otras enfermedades y sobre todo la violencia matan a muchísimas más personas, o ¿qué virus es más mortal que los cárteles? En Chihuahua, ninguno.
Pero más allá de la inflada mediática, lo cierto es que ya hay quienes han muerto de manera casi repentina: gente sana, ‘pudiente’ y bien informada, que nada puede hacer cuando llega la enfermedad, y hasta la fecha no hay un protocolo a seguir ni una instrucción clara de cómo prevenir, pues todo se queda en alertas, pues parece que las autoridades no tienen idea de cómo afrontar esta situación.
Pasando a temas menos escabrosos, Mario Vázquez sigue aferrado con uñas y dientes a la dirigencia estatal del PAN, y por eso se trepó en la conferencia que dieron los regidores panistas de Juárez para rezongar, tarde como siempre, por los incrementos al IVA que aprobó el Gobierno Federal.
Aquí arrancó una campaña netamente electorera, de esas que dan mucho ruido y cero resultados, pues su consignas es, oooootra vez, irse de lleno contra el PRI y quejarse, pero eso sí, sin proponer nada ni ofrecer ninguna alternativa contra el descalabro que les cayó en la frontera.
El que no anda tan antipriista es el ex alcalde Juan Blanco, quien se encontró con el gobernador César Duarte durante la inauguración del edificio de la Cruz Roja en Chihuahua, y se abrazaron con tanto cariño que parecía que no se soltarían.
Incluso hubo quienes recordaron el ‘fraternal’ encuentro que sostuvieron en 2010, en Sanborns, en el que Blanco le devolvía a Carlos Borruel algo del lodo que le tiró, y así contribuyó a sepultar sus aspiraciones de ser gobernador.
Ahora Borruel, junto con su compinche Cruz Pérez Cuellar, está preocupado por la fuerza que ha venido ganando el bloque de los corralistas, sus acérrimos enemigos, reforzados por Francisco Barrio y con la gente volcándose a favor de Ramón Galindo y beneficiando, quizá sin querer, a Mario Vázquez.
Cierto es que Francisco Barrio no tiene peso político dentro del partido, pero es de esos ídolos viejos que aún despiertan anhelos entre la gerontocracia panista, y eso podría arrancar votos entre quienes deliran con que el PAN pueda reponerse del cuchitril en el que se convirtió, o que quizá siempre fue.
Ahora los panistas, hambrientos de huesos, están calentando hasta la más pequeña elección pues a diferencia de años anteriores, cuando gobernaban, ahora les interesa hasta la nómina más modesta.
Y hablado de la nómina, el gobernador César Duarte ya encontró dónde acomodar a todos esos desvalidos que no hayan lugar en la abultada burocracia estatal, pues planea conformar la Agencia Estatal de Energía, dizque para atender los asuntos de esta materia que se generen en la entidad.
Así, cumplen una de las promesas de la reforma: crear más empleos. Lo malo es que esos empleos de momento sólo serán para la burocracia, donde veremos las caras de siempre, o a sus parientes.
Los que ya no aguantan son los campesinos, quienes deben más de 650 millones de pesos en convenios, aunados a los 3 mil millones que ya debían. El campo no aguanta y ese tema se revisará durante la visita de Pedro Joaquín Coldwell a Chihuahua, pues le pedirán oxígeno para el campo, pues agua no hay.
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