La segunda ronda de negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China comienza en Washington este jueves y, aunque se espera que las conversaciones bilaterales sean difíciles, aún podría haber margen para resolver algunos problemas.
Antes de las conversaciones, tanto funcionarios estadunidenses como chinos han dicho que las diferencias que quedan son significativas, y el embajador de Estados Unidos en China, Terry Branstad, describió a las dos partes como «muy distantes» a principios de esta semana.
Estados Unidos solicitó que su déficit comercial con China se reduzca en 200 mil millones de dólares para 2020, según informes de prensa.
«Aún así, eso no significa que las dos partes no podrían llegar a un acuerdo para resolver el problema», apuntó Wei, ex viceministro de comercio en China.
Un área en la que se podría progresar en las conversaciones bilaterales era la dirección de Estados Unidos con respecto a los tipos de productos que podría vender a China, manifestó Wei.
«Estados Unidos debería ayudarnos a saber qué otros productos podrían exportar a China, por ejemplo, los recursos energéticos, como la gasolina, el gas natural y el carbón. Segundo, Estados Unidos tiene productos de alta tecnología que se pueden exportar a China», explicó el experto.
Esa sugerencia estaba en línea con lo que afirmó el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, sobre el enfoque del gobierno de Washington para reducir el déficit comercial.
El aumento de la compra de productos de este país por parte de China, en lugar de requerir que China venda menos, será mucho más rentable para la economía estadunidense, aseguró Ross.
Wei agregó que era importante para China y Estados Unidos «trabajar juntos para preparar un pastel económico más grande» que les permitiera a ambos beneficiarse.