Hacking Team siempre procuró mantenerse tan a la sombra como las mismas personas a las que sus clientes perseguían.
Unos 400 GB de datos internos de Hacking Team han sido comprometidos, accedidos y publicados en un archivo .torrent que cualquiera puede descargar y husmear. La compañía ofrecía sus servicios a gobiernos y agencias de todo el mundo en tareas de vigilancia, espionaje y control de objetivos. Así funcionaba.
Los orígenes de Hacking Team
En 2001, un par de programadores italianos llamados Alberto Ornaghi y Marco Valleri publicaron una herramienta open source y gratuita llamada Ettercap. Era capaz de robar contraseñas, realizar escuchas y manipular remotamente un ordenador infectado.
La popularidad de Ettercap comenzó a aumentar hasta que unos años más tarde ambos programadores recibieron una llamada amistosa de la policía de Milán. Ese amistosa no es irónico, el cuerpo de policía de la ciudad había sabido ver por encima de las potenciales y evidentes infracciones para las que se podía estar utilizando Ettercap y le habían encontrado un uso mucho más interesante: el suyo propio.
Así, la policía de Milán se convirtió en el primer cliente oficial para la pequeña consultoría que mantenían ambos desarrolladores. De ahí nacería con el tiempo Hacking Team, que en la actualidad mantiene en torno a medio centenar de personas bajo nómina. Desde 2007, la compañía ha recibido capital de dos fondos de inversión italianos: Innogest y Finlombarda.
Qué datos podía espiar Hacking Team
Hacking Team siempre procuró mantenerse tan a la sombra como las mismas personas a las que sus clientes perseguían. Su suite de seguridad, que comprendía un gran número de herramientas y funcionalidades distintas se englobaba bajo una más grande, llamada Da Vinci. Da Vinci se configuraba y personalizaba para cada cliente según las necesidades específicas, el tipo de espionaje que se necesitase realizar y el alcance, que podía ir desde una sola persona hasta 100.000.
El presupuesto variaba lógicamente según estas variables. En 2012 David Vincenzetti, uno de los cofundadores de la compañía, aseguraba que una instalación de ?tamaño medio? podía costar en torno a los $750.000 dólares/600.000 euros.
Una vez el objetivo estaba infectado, algo que se conseguía normalmente mediante phishing o métodos alternativos, Da Vinci tenía acceso potencial a todo el equipo. Era capaz de: capturar emails, chats de Skype o mensajería instantánea, capturar las pulsaciones del teclado, acceso al disco duro, a llaves de seguridad cifradas e incluso acceder al audio y a la imagen de la webcam integrada.
Según datos filtrados, a los que ya ha tenido acceso Forbes, Da Vinci podía acceder incluso a las conversaciones de WhatsApp. A efectos prácticos, es como si un investigador fantasma estuviese detrás del objetivo observando, leyendo y escuchando todos sus movimientos. Da Vinci era más potente incluso que el controvertido programa PRISM desarrollado en secreto por la NSA estadounidense. Y era invisible, puesto que se actualizaba periódicamente, para la amplia mayoría de antivirus y sistemas de seguridad disponibles en el mercado.
La legalidad de las actividades de Hacking Team
A efectos legales, la mayoría de países contemplan dentro de su legislación las actividades derivadas del uso de Da Vinci cuando se trata de individuos que puedan suponer un potencial peligro para la seguridad de la nación.
La empresa de tecnología InodeIA dio a conocer el desarrollo de nuevas plataformas basadas en inteligencia artificial que serán lanzadas al mercado en 2026 y que prometen transformar la manera en que operan empresas y gobiernos, al ofrecer soluciones prácticas para la mejora regulatoria, semáforos inteligentes, atención de denuncias ciudadanas y diversos procesos administrativos.
Durante la presentación se detalló que estas herramientas pueden ser implementadas tanto en el sector público como en el privado, con el objetivo de optimizar recursos, reducir costos y mejorar la toma de decisiones mediante el uso estratégico de datos.
Entre las plataformas presentadas se encuentran SilIA, DashboardsIA, InfluenIA, ConsultIA y ChatIA, cada una diseñada para atender necesidades específicas.
SilIA es un sistema de logística asistido por inteligencia artificial que permite el control eficiente de flotillas y el ahorro de combustible; DashboardsIA ofrece una visión de 360 grados sobre la operación de una organización; InfluenIA facilita la contratación de influencers para la promoción de campañas; ConsultIA analiza si la adopción de nuevas tecnologías es rentable para una empresa, ayudando a evitar gastos innecesarios; mientras que ChatIA permite gestionar y priorizar mensajes de WhatsApp, identificando los más relevantes o urgentes.
El director de InodeIA, Jaime Enríquez, destacó que la empresa desarrolla tecnología propia desde Ciudad Juárez, una apuesta que —dijo— demuestra la capacidad innovadora de la región y su talento local.
Asimismo, señaló que Ciudad Juárez cuenta con el potencial para convertirse en una de las primeras ciudades del país en modernizarse de manera integral mediante el uso de la tecnología, con miras a consolidarse en el corto plazo como una Smart City, donde la inteligencia artificial sea aliada del desarrollo urbano y la calidad de vida de la ciudadanía.