Ni el confinamiento ni las crisis por el coronavirus frenaron a los derechohabientes del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), para estrenar casa, pues de acuerdo con el Instituto, en los últimos meses creció el interés por tramitar un crédito.
El Infonavit informó que desde el inicio de la emergencia por el COVID-19, ha medido mensualmente las percepciones de sus derechohabientes sobre la situación económica que mantienen, así como las dificultad para estar al corriente en los pagos.
Según el estudio, la expectativa resultó positiva, pues a pesar del confinamiento y la crisis sanitaria, se incrementó el interés por tramitar un crédito, de 19 a 29%, entre abril y mayo de 2020.
Encuestas realizadas por el Instituto, revelaron que las perspectivas de sus derechohabientes sobre el futuro de la economía familiar están aumentando positivamente, pues en marzo 23% de los participantes aseguraron que la economía familiar estaría mejor o mucho mejor en las próximas semanas, mientras que en mayo al menos 37% de los encuestados sostuvo la misma opinión, lo que representa un incremento de 14 puntos porcentuales en dos meses.
En cuanto a los pagos, si bien de marzo a mayo incrementó el porcentaje de 7 a 20% de los acreditados que manifestaron dificultades para desembolsar su aportación, la cifra de los que vislumbran tener dificultades para realizar sus abonos en los próximos meses se redujo de 50 a 30% de abril a mayo, lo que representa un optimismo moderado sobre su futuro económico.
Además, solamente el 17% dijo verse en la necesidad de reducir o posponer los pagos de su crédito hipotecario.
La proporción contrasta con otros rubros como cuidado personal, alimentos, recreación, transporte y educación, categorías en las que entre 60 y 95% de los acreditados afirman haber reducido o pospuesto gastos.
Por su parte, en abril, al menos 19% de los encuestados anunciaron que probablemente solicitarían un crédito a corto plazo, mientras que en mayo la proporción se elevó a 29%, lo que refleja que las expectativas negativas respecto al futuro comienzan a retroceder, aunque aún son superiores a las expectativas positivas.