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Resto del mundo

Invasión de los hipopótamos de Pablo Escobar pone en jaque a gobierno de Colombia

Un tribunal de Cundinamarca estudia una acción popular que reclama una solución definitiva para la invasión que representan los hipopótamos importados por el narcotraficante Pablo Escobar, una amenaza para la fauna y la flora autóctonas en el valle de Magdalena Medio, en el centro de Colombia.

Escobar importó en 1981 tres hipopótamos machos y una hembra que, casi tres décadas después, se han convertido en unos 70 ejemplares. Los animales quedaron libres en Antioquia tras la muerte del narcotraficante en 1993 y, pese a los esfuerzos de los ambientalistas, la situación sigue empeorando con el paso del tiempo.

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca admitió una acción popular presentada por el abogado Luis Domingo Gómez Maldonado y en las que se llama a la intervención de la Justicia. En declaraciones al diario El Espectador Gómez lamentó que por ahora “solo se han logrado hacer algunas esterilizaciones” y, mientras se debaten opciones, “la población crece“.

No obstante, el abogado advirtió de que la solución “no puede ser la eutanasia ni autorizar la caza de control por ser especie invasora”. La acción solicitaba una medida cautelar para pedir que se prohibiese el sacrificio, pero el juez la ha desestimado por considerar que no hay ninguna prueba de que haya labores de caza.

Entre las especies amenazadas por los hipopótamos de Escobar está el manatí, en riesgo de extinción, así como algunos peces de la zona que no sobreviven a la reducción de los niveles de oxígeno derivada de las heces de los ejemplares exóticos. También se han dado casos de ataques a personas.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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