Mientras el presidente Nicolás Maduro impulsa su plan para rescatar a la deteriorada economía de Venezuela, fiscales estadunidenses investigan si miembros de su familia se han beneficiado de lo que describen como un ardid para desviar mil 200 millones de dólares de la petrolera estatal PDVSA, dijeron dos personas familiarizadas con la pesquisa.
La investigación, que adquirió fuerza esta semana después que un imputado se declaró culpable en una corte federal de Miami, se inscribe en los intentos de fiscales estadunidenses de estrechar el cerco alrededor de Maduro, que se ha librado de acusaciones de corrupción que han resultado en cargos contra altos funcionarios venezolanos.
En documentos presentados el miércoles ante una corte, un empleado bancario llamado Matthias Krull admitió haberse puesto de acuerdo con hombres identificados solo como ‘Los Chamos’ -‘los muchachos’ en juerga venezolano- para lavar 200 millones de dólares, que formarían parte de los recursos robados a PDVSA.
Los Chamos son en realidad Yoswal, Yosser y Walter Flores, hijos de la primera dama Cilia Flores de una relación previa e hijastros de Maduro, según los dos estadunidenses que hicieron declaraciones del caso. Hablaron a condición de mantener el anonimato por lo delicado de las acusaciones.
En una denuncia penal hecha pública el mes pasado y como parte de la declaración de hechos presentada ante la corte con el acuerdo que Krull negoció con la fiscalía de declararse culpable, los fiscales y Krull se refieren a ellos como los ‘hijastros’ del ‘Funcionario Venezolano 2’, que ambos estadunidenses afirman es Maduro.
Maduro, su esposa y los hijos de ella no aparecen por su nombre en la denuncia. Sin embargo, ambas fuentes dijeron que los fiscales buscan cualquier vínculo entre el presidente y su esposa y lo que creen es una red que ha desviado centenares de millones de dólares de la riqueza petrolera de Venezuela hacia un inmueble de lujo en el sur de Florida, mientras el país sudamericano registra hiperinflación y escasez generalizada.
Varios de esos bienes ya son objeto de posible confiscación, así como unos 45 millones de dólares que están en cuentas del City National Bank de Nueva Jersey y en las Bahamas, Reino Unido y Suiza.
El ministro para la Comunicación, Jorge Rodríguez, uno de los colaboradores más cercanos de Maduro, no respondió a reiterados mensajes para que hiciera declaraciones sobre el asunto.
Tampoco hay disponible información para contactar a los hijastros de Maduro y por ello no se pudo conocer su postura.
En sus largas presentaciones diarias en la televisión estatal, Maduro ha tratado de proyectar una imagen de hombre común al que motiva más la ideología que el beneficio personal. Pero esa reputación comenzó a cambiar cuando, en 2016, dos de los sobrinos de su esposa fueron declarados culpables en Nueva York de asociación delictuosa para contrabandear cocaína, lo que expuso por primera vez ante los investigadores estadunidenses la vida poco conocida de su familia.
La corrupción es generalizada en Venezuela, y los fiscales estadunidenses han descubierto fraudes y sobornos por miles de millones de dólares relacionados con PDVSA.