En la Ciudad de México han reportado un total de 2,862 defunciones por COVID-19 hasta el 4 de junio de 2020, una situación que ha puesto en alerta a las autoridades por la emisión de actas de defunción, pues investigan una denuncia por presuntas falsificaciones.
La Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la capital mexicana mantiene una investigación por supuestas alteraciones de al menos 500 actas de defunción en manos de médicos del sector salud durante la pandemia de contagios por coronavirus, de acuerdo con El Universal.
Los documentos, aseguraron, podrían haber manifestado que los presuntos decesos ocurrieron por insuficiencia respiratoria, neumonía atípica o neumonía viral. Por otra parte, reportaron también el robo de más de 500 actas de defunción.
Las autoridades iniciaron con la carpeta de investigación por una denuncia que presentó la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México, pues las irregularidades en el llenado de los documentos podrían poner en duda la veracidad de las muertes por el virus SARS-CoV-2.
Dicha investigación, por el momento, se enfoca en 10 médicos por expedir certificados alterados o ser parte de una “omisión”, pues no habrían realizado su trabajo de manera correcta al deja de acudir a los domicilios o clínicas para verificar las causas de muerte.
Sin embargo, solamente fueron reveladas las identidades de tres de ellos, quienes ya están bajo investigación e interrogación por parte de la Policía de Investigación, de acuerdo al periódico mexicano.
Desde la Agencia, precisaron que las falsificaciones podrían poner en riesgo la salud pública de la comunidad, pues las causas de muertes reales no le son notificadas a los familiares de las víctimas ni mucho menos a quienes llevan el registro estadístico de fallecimientos por coronavirus.
En respuesta, la administración de la capital reveló que se intensificarán los cuidados para disponer de actas de defunción elaboradas de forma correcta. Aseguraron, por otra parte, que una deficiente identificación de las causas de muerte podría alterar la evaluación del comportamiento de la pandemia en la Ciudad de México.
Sobre un robo de 500 certificados en el mes de enero pasado, revelaron que fue hasta el 22 de mayo que comenzaron con las sospechas de alteraciones, pues los folios oficiales no correspondían con los actuales expedidos.
La Fiscalía General de Justicia todavía no determina los delitos en los que presuntamente habrían incurrido los doctores, así como las sanciones que deberán enfrentar. Quedará en manos del Ministerio Público local si consigna la carpeta de investigación a un juez de control durante las próximas horas.
Fuente: informador