Jerusalén / Gaza, 10 de octubre de 2025.– Miles de palestinos emprendieron este viernes el regreso hacia el norte de la Franja de Gaza, después de que el ejército israelí confirmara el inicio de un alto al fuego que mediadores internacionales esperan marque el fin de un conflicto que se ha extendido por dos años.
Desde temprano, hombres cargando maletas, mujeres con niños en brazos y familias enteras avanzaron a pie por la carretera costera hacia Gaza City, una urbe devastada que muchos no habían visto desde el inicio de la ofensiva. “La gente está feliz, aunque lo que encuentre sea ruinas”, dijo Shamekh al-Dibs, quien huyó al sur el mes pasado.
Israel aceptó el acuerdo durante la madrugada del viernes. Según el ejército, la tregua entró en vigor al mediodía e incluye la liberación de los rehenes israelíes que aún permanecen en manos de Hamás, a cambio de prisioneros palestinos. Además, las tropas israelíes realizarán un retiro parcial dentro de Gaza.
El pacto se basa en la propuesta presentada la semana pasada por el expresidente Donald Trump, quien, según el Parlamento israelí, visitará Jerusalén el lunes. Su enviado para Medio Oriente, Steve Witkoff, aseguró que el ejército estadounidense verificó el repliegue israelí a la línea acordada, lo que abre una ventana de 72 horas para que Hamás libere a todos los rehenes.
En un mensaje grabado, el primer ministro Benjamín Netanyahu explicó que el alto al fuego busca recuperar a los cautivos “sin ceder en las exigencias fundamentales”: que Hamás deponga las armas y que Gaza sea completamente desmilitarizada. “Si esto se logra por la vía fácil, mejor. Si no, será por la difícil”, advirtió.
Mientras tanto, en las carreteras del enclave, la multitud avanzaba entre polvo, escombros y esperanza. “Solo queremos ver si nuestras casas siguen en pie”, comentó Mousa Rajab, estudiante de enfermería de 22 años, mientras caminaba junto a su primo.
El portavoz militar israelí Avichay Adraee confirmó que se permitirá el tránsito hacia el norte, pero advirtió que algunas zonas seguirán siendo “extremadamente peligrosas”.
Según una resolución del gabinete de Netanyahu, el ejército deberá completar su reubicación antes del sábado, y Hamás contará con tres días para entregar a todos los rehenes, incluidos los cuerpos de quienes han muerto. A cambio, Israel liberará a 250 prisioneros palestinos, en su mayoría condenados a cadena perpetua, y a 1,722 gazatíes detenidos durante la guerra, entre ellos 22 menores de edad.
La lista de liberados, publicada por el gobierno israelí este viernes, excluye a varios presos de alto perfil, lo que provocó inconformidad en Hamás, que señaló que aún no hay acuerdo final sobre los nombres.
Pese a la tregua, las tensiones no han desaparecido. Horas antes del anuncio, el ejército israelí reportó un ataque aéreo contra un supuesto escondite de combatientes de Hamás en el norte, aunque los servicios de rescate palestinos aseguraron que se trataba de un edificio residencial habitado por decenas de civiles.
Para muchos gazatíes, el retorno al norte simboliza más que el fin de una batalla: es la esperanza de volver a la vida que les fue arrebatada. “Estoy cansado y sin nada”, dijo Mohammed al-Kabariti, de 43 años, cargando un bidón de agua. “Pero me siento vivo otra vez. Estoy volviendo a mi calle, a mis vecinos, a mi hogar”.