Las imágenes que recientemente le fueron tomadas a la actriz y cantante Jessica Simpson han sorprendido a más de uno pues, como podemos ver, no hacen más que demostrar que la recién estrenada mamá no puede bajar de peso.

A pesar de que Weight Watchers, una reconocida marca de productos para bajar de peso, le pagara 4 millones de dólares por perder peso, la cantante no sólo no ha logrado que algunos de los esos 25 kilos que subió durante su embarazo desaparezcan sino que además, parece haber ganado algunos más en estos dos meses luego de haber dado a luz a su hija Maxwell.

Según informó el sitio TMZ, para lograr cumplir con su compromiso, Simpson lleva a cabo un estricto entrenamiento en el trainer Harley Pasternak, exclusivo gimnasio privado en West Hollywood, además de llevar una dieta baja en grasas y comer 5 veces al día.

Mientras tanto, a Jessica parece no importarle las críticas pues ha comentado en su cuenta de twitter en varias ocasiones: “Para que todos sepan… Weight Watchers no ha puesto ninguna presión sobre mí!” “Estoy tratando de ser lo más saludable que pueda y me siento muy bien!”.