Héctor Barraza, Hortensia Aragón, Pavel Aguilar y sus secuaces Jesús Manuel Márquez, Librado Tarango y Miguel Vargas, andan llorando a moco abierto tras la negativa del PRD nacional de conceder la mano de su hija chihuahuense al PRI, su calenturiento pretendiente.
Y es que esta alianza sacó tremendas ronchas al perredismo nacional, que veía cómo sus cachorros se prostituían por algunas posiciones en la nómina pública, a las que solo soñando o trabajando duro podrían aspirar, aunque claro, esto último ni pensarlo, mejor un matrimonio interesado con el PRI.
Sin embargo, estos personajes no se sosiegan, y ya anunciaron que impugnarán la decisión de papá y acudirán a la sala regional del Tribunal Federal Electoral, en Guadalajara, según anunciaron en rueda de prensa.
Y es que la Ley otorga a las fuerzas políticas la facultad de establecer alianzas en elecciones locales, a su criterio, y sin necesidad de contar con la aprobación de los órganos nacionales. Además, parece que su principal asesor será José Rodríguez Anchondo, un verdadero tiburón en la materia, que podría devolverles la sonrisa en pocos días.
Esos condenados huesos ofrecidos por el PRI son tan apetecibles, que la lucha por ellos continuará hasta el 15 de mayo, fecha límite para resolver la impugnación, pues a la medianoche, vence el plazo legal para el registro de coaliciones.
Hablando de plazos, agárrese, porque a partir de este viernes arrancan las precampañas y aunque se supone que están dirigidas a los militantes de cada partido, lo cierto es que empezarán ya a contaminar su vida, y si usa redes sociales, peor.
María Antonieta Pérez ya anunció un desayuno con 500 delegados del PAN, a los que tratará de lavarles el coco y hablarles bonito para sumarlos a su candidatura, mientras que Tere Ortuño tratará de convencer a los habitantes de El Charco de darle sus favores.
En el PRI no traen tanto apuro. Los candidatos son de unidad y del 12 al 26 de abril se dedicarán más bien a preparar todo para la campaña, pues todos son candidatos dedounidad, y simplemente amarrarán sus cabos sueltos y afinarán a sus equipos para pisar fuerte desde el primer día de la competencia electoral.
Por lo pronto, Enrique Serrano ya amarró el apoyo de Fernando Uriarte, quien en su momento también aspiró a la alcaldía de Juárez, sin éxito. Ambos se reunieron en el famoso Barriga´s donde el exdiputado le pidió su apoyo al presidente de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, pues sus recursos materiales y humanos son valiosísimos para su campaña.
El que parece que se quedará con las ganas es Ramón Galindo Noriega, quien luego de ver frustrados sus intentos de contender por la alcaldía de Juárez, parece que tampoco verá llegar la pluri que, según él, ya tenía más que amarrada.
Nos aseguran que Mario Vázquez, dirigente estatal del PAN, tuvo que bajar de su nube a Galindo y explicarle que en primer lugar va César Jáuregui, quien actualmente es una de las cartas fuertes del panismo, mientras que en segundo lugar deberá ir una mujer de acuerdo con la cuota de género marcada en la Ley, y esta mujer será Daniela Álvarez.
Los que tampoco ven para cuándo les toque algo, son los rarámuris y habitantes de Creel, que tomaron con poco entusiasmo el anuncio de la creación de un parque de golf en los terrenos de Huetósachi, mismos que pertenecen a Federico Elías, accionista del San Francisco Country Club de Chihuahua.
Y es que la Fonatur ya aprobó la creación de este campo de golf, que se situaría en la orilla de la barranca del cobre, con una vista espectacular, fácilmente accesible para los billetudos por medio del Aeropuerto de Creel, lo cual vendría a complementar el parque extremo para ofrecer una gran oferta turística de alto valor.
Lo malo aquí es que los beneficiarios de estos megaproyectos son los de siempre. En el caso del parque extremo de Creel, se habló de dar empleo a los indígenas y mestizos marginados de la región; sin embargo, apenas un puñado de ellos trabaja aquí, en puestos que rayan en lo miserable.
Las comunidades se conforman con vender sus artesanías a precios que dan lástima, ya que a los indígenas se les ve como un elemento más del paisaje, una curiosidad para la foto, sin considerar que se trata de seres humanos y dueños ancestrales de estas tierras ahora sobreexplotadas. No les toca más que migajas.
El que cuidó muy bien las migajas fue Marco Adán Quezada, quien luego de una larga negociación, obtuvo el respaldo del PAN para concesionar por 10 años el mantenimiento de la red de alumbrado público, una piedra en el zapato de la administración municipal que le costará cien millones de pesos, en mensualidades de siete millones que se utilizarán para renovar cerca de 150 lámparas.
Pero realmente pocos políticos han sido tan cautelosos como Marco, quien recuerda bien las experiencias de sus antecesores, como el escándalo del relleno sanitario de Juan Blanco o las facturas falsas del DIF de Borruel. Así que para no dar lugar a algún señalamiento, transparentó la licitación por medio de una comisión integrada por expertos del Tec de Monterrey, el Tecnológico de Chihuahua y la Universidad Tecnológica.
Lo cierto es que Quezada ha sabido gobernar con limpieza y eficiencia, consciente de que los chihuahuenses sabrán valorarlo si los astros se alinean y logra alcanzar la candidatura a la gubernatura. Hasta la fecha no ha estado envuelto en grandes escándalos, ha evitado confrontaciones innecesarias y no hay pruebas de que se haya robado ni un centavo. Él piensa en grande.
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