Jazmín Contreras López de 19 años era subgerente en una tienda de telas en Mazatecochco, Tlaxcala. Dos de sus empleados la asesinaron pues no soportaban que una mujer más joven que ellos les diera órdenes.
“No soportaban que una mujer y más joven que ellos los mandara, por eso la mataron, por su machismo”, dijo Francisco, esposo de Jazmín, al diario Reforma.
El 17 de octubre, su esposo y familiares reportaron la desaparición de Jazmín, por lo que la Unidad Especializada en Investigación y Combate al Delito de Secuestro inició una investigación.
Fue gracias a testimonios y la revisión de cámaras de seguridad de la tienda y otras filmaciones privadas que se dio con los responsables, quienes fueron trasladados al penal de Tlaxcala.
Los presuntos asesinos declararon a la Procuraduría que tenían problemas personales con Jazmín, además Miguel le debía 21 mil pesos. Ambos habían planeado el asesinato desde el 9 de octubre.
Durante la audiencia inicial de los implicados, que fue el sábado, el mismo día del funeral de Jazmín, uno de ellos confesó al juez: “La maté porque ya me tenía hasta la madre”.
El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) exigió a las autoridades en septiembre pasado investigar las redes delincuenciales en Puebla y Tlaxcala, entidades en donde operan redes de trata de personas y grupos criminales que violan y asesinan mujeres.
En el año 2013, la Comisión Nacional de Derechos Humanos denunció que el estado de Tlaxcala forma parte de al menos cinco corredores controlados por bandas del crimen organizado, especializadas en trata de personas.