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Ciencia y Tecnología

La Antártida se parte más rápido

Científicos británicos descubrieron que una brecha en la Antártida creció 22 kilómetros en los últimos cinco meses, lo que podría acelerar el desprendimiento de un iceberg más grande que el estado de Aguascalientes y provocaría una elevación en el nivel del mar de hasta 10 centímetros.

Expertos del Proyecto Midas, en el que participan científicos de varias universidades de Reino Unido, dijeron que la brecha ya mide 130 kilómetros de longitud y podría causar el mayor desprendimiento en la Antártida registrado en la historia, reportó ayer el diario español ABC.

Además, la grieta se ha ensanchado hasta los 350 metros desde marzo pasado.

El bloque de hielo Larsen C, que se encuentra en la Península Antártica, ya ha sufrido otros grandes desprendimientos en las dos décadas pasadas, pero ninguno tan grande como el que se prevé que ocurra pronto.

El desprendimiento también desestabilizará un área helada más grande que Escocia, de acuerdo con los científicos.

Los registros en las computadoras muestran que el bloque de hielo podría volverse inestable, y que Larsen C podría seguir el ejemplo de Larsen B, cuando en 2002 sufrió un hecho similar con una brecha que provocó un desprendimiento”, explicaron los científicos del Proyecto Midas en su blog.

En ese entonces, el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés), aseguró que la Tierra había perdido una de las principales características que “probablemente había existido desde el final de la última glaciación, hace 12 mil años”.

Larsen C es diez veces mayor que Larsen B, asegura el diario estadunidense The Washington Post.

Los expertos habían publicado el estudio Cryosphere el año pasado, en el que advertían que Larsen C se estaba derritiendo desde la superficie y su base.

Sin embargo, agregó ABC, ahora alertaron que la enorme fractura aumenta su tamaño a una velocidad que nadie podía haber predicho.

Los expertos también aclararon que el aumento en el nivel del mar por el desprendimiento en sí, pues el bloque de hielo ya está flotando sobre la superficie del mar.

Sin embargo, el desprendimiento aceleraría el flujo de hielo que no flota hacia el mar, lo que causaría la elevación de hasta diez centímetros, agregaron.

También se teme que su desprendimiento pueda afectar las corrientes marinas a nivel local y hasta mundial, lo que dañaría a la fauna nativa.

Los científicos del Proyecto Midas explicaron que la aceleración de la ruptura puede deberse a un rápido calentamiento por la llegada de la temperatura del agua
y el aire.

Los expertos dijeron que es difícil establecer una fecha para el rompimiento. “Es muy parecido a la predicción de un terremoto, los tiempos exactos son difíciles de predecir”, dijo Martin O’Leary, glaciólogo de la Universidad de Swansea e integrante del Proyecto Midas.

Lo que sí saben es que Larsen C perderá entre nueve y 12 por ciento de su volumen de hielo. “La trayectoria de la grieta hasta ahora implica que sea el mayor de esos dos números calculados”, dicen los expertos Adrian Luckman, Daniela Jansen y O’Leary.

La cantidad de hielo desprendida será de alrededor de seis mil kilómetros cuadrados, agregó O’Leary.

HAY HOLLÍN CHINO EN HIMALAYA
Las partículas de hollín que aceleran el deshielo de los glaciares del Himalaya y del Tíbet provienen en su mayoría de combustibles fósiles de China y del subcontinente norte de India, según un estudio publicado por la revista Nature.

La identificación del origen de estas partículas, llevada a cabo por la Academia de Ciencias China, podría proporcionar una mejor orientación para futuras acciones de mitigación de la contaminación.

La mayor causa de disminución de los glaciares se debe sobre todo a la presencia de carbono u hollín, pues la magnitud del calor irradiado por estos aerosoles calienta el aire y la superficie del hielo.

Son muchos los glaciares, situados dentro de la meseta del Himalaya y del Tíbet, que están disminuyendo. Esto afecta a millones de personas que dependen del agua del deshielo.

El autor del estudio, Shichang Kang, y sus colegas usaron una técnica de huellas de doble carbono-isótopo para identificar la firma química del carbón negro que recuperaron en la atmósfera y la superficie de la nieve del Himalaya y la meseta tibetana.

Esta técnica permitió a los investigadores distinguir entre el tipo de fuente (biomasa o combustibles fósiles) y la región de origen.

Las muestras recuperadas en el norte de la meseta tibetana indican que el carbón negro es predominantemente de fuentes de combustibles fósiles chinos (que representan alrededor de 66% de las muestras).

Mientras que en las del Himalaya, las partículas de carbón negro también estaban compuestas por biomasa, pero su origen procedía de la Llanura Indogangética, región en el norte del subcontinente Indio.

 

 

EFE

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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