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Opinión

La caída de Facebook, Instagram y Whatsapp, una gran enseñanza. Por Caleb Ordoñez T.

Caleb Ordóñez T.

Caleb Ordóñez T.

Existe un facebook, dentro Facebook. Su nombre es workplace y fue creado para que todos los trabajadores de la red social puedan llevar acabo sus labores. El pasado lunes 4 de octubre, vivieron el peor momento de su historia, pues ni siquiera ellos podían acceder con sus cuentas a la red social más popular e importante del mundo.

La desesperación reinaba en el ambiente, según informaron los mismos trabajadores a la cadena de televisión NBC y al periódico New York Times.

Era una especie de momento apocalíptico, donde más de 3 mil millones de usuarios fueron afectados al no poder utilizar Facebook, Instagram y Whatsapp por más de seis horas.

El daño a los servidores de Facebook fueron sumamente graves, eso lo tuvieron que reconocer luego del apagón: “la causa subyacente de esta interrupción también afectó a muchas de las herramientas y sistemas internos”, dio a conocer el dueño de las redes sociales, Mark Zuckerberg.

Fue tan complicado que sufrieron mucho más que un hackeo, habían perdido incluso su dominio (Facebook.com) y debieron reconectar sus propios servidores de forma manual. Los trabajadores se enviaban mensajes de SMS entre ellos para poder comunicarse.

Un terrible caos para las generaciones que convivimos en el complicado 2021…

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Opinión

El tren. Por Raúl Saucedo

Por las vías de los recuerdos y el futuro

En la actual era de la inmediatez y la conectividad a nivel mundial, donde la información
viaja a la velocidad de la luz, es fácil olvidar la importancia de las arterias que mueven el
mundo físico: las vías férreas son ejemplo de ello. Los trenes como gigantes de acero que
surcan valles y montañas, no son sólo reliquias del pasado, sino fueron clave fundamental
para el desarrollo económico y social de las naciones, y México fue la excepción.
A lo largo de la historia, el ferrocarril ha sido sinónimo de progreso. Desde la Revolución
Industrial, las vías férreas han tejido lazos entre pueblos y comunidades, impulsando el
comercio, la industria, el turismo y el intercambio cultural. Países como Estados Unidos,
China y Japón son ejemplos claros de cómo una robusta red ferroviaria puede ser el motor de
un crecimiento económico sostenido.
En México, la historia del ferrocarril está ligada a la propia construcción del país. El «Caballo
de Hierro», como se le conoció en el siglo XIX, unió a una nación fragmentada por la
geografía y las diferencias sociales regionales. Sin embargo, a pesar de su glorioso pasado, el
sistema ferroviario mexicano ha sufrido un prolongado periodo de abandono y desinversión.
Hoy, en un momento en que México busca consolidarse como una potencia regional y lograr
un desarrollo más equilibrado y sustentable, es imperativo revalorizar el papel del ferrocarril.
La construcción de nuevas líneas, la modernización de la infraestructura existente y la
promoción del transporte ferroviario de carga y pasajeros son acciones estratégicas que deben
estar en el centro de la agenda nacional.
Los beneficios de un sistema ferroviario eficiente reduce los costos de transporte, facilita el
comercio interior y exterior, y promueve la inversión en diversos sectores productivos,
permite conectar zonas marginadas con los principales centros urbanos e industriales,
impulsando el desarrollo local y la creación de empleos y un sistema ferroviario eficiente
ofrece una alternativa de transporte segura, cómoda y accesible para la población.
La actual administración federal ha mostrado un interés renovado en el desarrollo ferroviario,
con proyectos emblemáticos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de
Tehuantepec, así como las futuras líneas a Nogales, Veracruz, Nuevo Laredo, Querétaro y
Pachuca.
Con estas obras México recuperara su vocación ferroviaria y aprovechara a mi parecer el
potencial de este medio de transporte para impulsar su desarrollo hacia el futuro.
El motivo esta columna semanal viene a alusión de mis reflexiones de ventana en un vagón
de tren mientras cruzaba la península de la hermana república de Yucatán y en mi cabeza
recordaba aquella canción compuesta en una tertulias universitaria que decía…”En las Vías
de la Facultad”

@RaulSaucedo
rsaucedo@uach.mx

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