En redes sociales fue difundido un video donde aparece un niño afgano de cinco años quien baila de la felicidad al recibir una pierna artificial.
En el vídeo de 21 segundos se puede ver a Sayed Ahmad Rahman interpretando los pasos de una danza tradicional afgana con una música típica, después de conseguir una prótesis nueva para una de sus extremidades, mientras personal y pacientes del hospital aplauden su reacción.
Se pone de pie y baila música afgana. Esto simboliza la resistencia de los afganos a la guerra y el optimismo hacia el futuro», escribió el poeta y periodista Suhrab Sirat en la red social.
Las imágenes fueron compartidas por la portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el país, Roya Mosawi, en su cuenta de Facebook y Twitter, consiguiendo cientos de miles de reproducciones y mensajes de afecto de los usuarios.
El asesor de seguridad nacional afgano Hamdullah Mohib reaccionó también a la publicación describiendo el vídeo como «¡Historia de la resiliencia afgana! Esperanza y paz».
! Chico, ganaste, ¡mantente fuerte y seguro! Si quieres saber cómo celebrar la alegría, mira a un niño pequeño que conoce el arte de la felicidad», escribió en la misma red social Afia Afghan.
Nacido en una familia pobre, el niño tenía solo ocho meses cuando su pierna fue gravemente herida por una explosión durante un enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales y los talibanes en su aldea en la provincia de Logar.
El niño fue trasladado a un hospital de Kabul, pero los médicos no pudieron salvarle la pierna que le fue amputada por debajo de la rodilla.
Durante los últimos cuatro años, el niño ha visitado anualmente el centro ortopédico del CICR en Kabul para conseguir una nueva pierna artificial, un servicio que la organización internacional ha prestado a decenas de miles de personas durante los últimos 30 años.
Según el CICR, cerca de 10.000 afganos se registran anualmente ante la Cruz roja para recibir ayuda tras la pérdida de extremidades y para la rehabilitación física.
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.