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México

La cosecha del huachicol; bajan ventas de Pemex 50%

Cima de Togo, Guadalupe Victoria, Nectario, El Capulín, El Aserradero y Coatzetzengo son comunidades del municipio de Cuautepec de Hinojosa, estado de Hidalgo, que tienen algo en común: su población subsiste de la ordeña de combustible.

Cuautepec de Hinojosa se ubica a unos 15 minutos de Tulancingo. Llegar a las comunidades lleva otros 30 minutos, pues implica atravesar toda la cabecera municipal hasta desembocar en la carretera estatal Cuautepec-San Juan Hueyapan.
Antes de llegar a Guadalupe Victoria, a un costado del camino, una camioneta calcinada marca que el trayecto es el correcto para ingresar a territorio huachicolero.

Por la ruta abundan conductores en motocicletas o en motonetas. De acuerdo con regidores municipales —que solicitaron el anonimato—, algunos de éstos hacen de halcones que reportan actividades inusuales o la irrupción de operativos policiales de los que han sido agobiados en los últimos meses.

Ubicadas en promedio a 20 kilómetros del centro de Tulancingo, las seis localidades no sobrepasan 200 viviendas, la mayoría dispersas una de otra; quienes no son parientes directos, emparentaron por compadrazgo.

Saber quiénes no tienen relación con el huachicol resulta complejo, prefieren el silencio; unos por complicidad, otros por desconfianza o simplemente porque no conciben que están cometiendo un ilícito. Aquí ordeñar equivale a cosechar, sólo que sin depender de ciclos agrícolas.

Según los asambleístas consultados, se estima que 60% de la población de estas comunidades realiza actividades relacionadas con el tráfico de hidrocarburo. La tasa se eleva hasta 80% en El Aserradero.

Por su orografía montañosa y boscosa, los huachicoleros esconden los bidones con combustible entre la maleza, en el bosque o en barrancas, a las que sólo se accede por veredas de terracería, en las casos menos complicados, o bajar y subir a pie por barrancas en los más complejos.

México

‘México no es democrático ahora’: Ernesto Zedillo crítica el gobierno de Sheinbaum

Ernesto Zedillo cuestionó las políticas de Claudia Sheinbaum y afirmó que México no es actualmente el país más democrático del mundo.

Ciudad de México.- En el marco del Seminario de Perspectivas Económicas 2025, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el expresidente Ernesto Zedillo reflexionó sobre el panorama político y democrático que atraviesa la República Mexicana.

En el evento, afirmó que, aunque el país está enfrentando desafíos importantes, estos momentos también deben verse como una oportunidad para lograr avances hacia una democracia más sólida y funcional.

Zedillo contrastó sus ideas con una declaración reciente de la presidenta Claudia Sheinbaum, en la cual aseguraba que “quizá México sea el país más democrático del mundo”.

El expresidente señaló al respecto: “No es el país más democrático del mundo ahora”, pero si esa es su aspiración, y es una en la que estoy seguro, todos los mexicanos la respaldaríamos con gran entusiasmo.

Nuestra presidenta, que haga lo necesario para que, efectivamente, cumpla con lo dicho en su declaración y sea incluso una mejor democracia que hoy, y mucho mejor de lo que ha sido en estos últimos meses”.

Durante su intervención, el exmandatario lanzó fuertes críticas al actual gobierno morenista, calificando como preocupante el proceso de debilitamiento de las instituciones democráticas.

Aseguró que el país no debe transformarse en una “autocracia de partido hegemónico” ni depender de un “caudillo” con poder absoluto desde la presidencia.

Entre sus propuestas, Zedillo sugirió que se incluyan artículos transitorios en la Constitución para pausar las recientes reformas que, en su opinión, amenazan la democracia y el Estado de derecho.

Propuso, además, eliminar la figura de revocación de mandato, calificándola como una “barbaridad” que carece de sentido en un sistema presidencialista.

Finalmente, instó a Sheinbaum a gobernar con autoridad y bajo las reglas democráticas para fomentar la unidad nacional y reconstruir las instituciones que, aunque imperfectas, sostuvieron la democracia en México en las últimas décadas

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