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Ciencia y Tecnología

La Habana, en euforia por la era del Internet y el Wi-Fi

A unas horas de que las oficinas administrativas de los Estados Unidos en esta ciudad se conviertan de nuevo en embajada, para lo cubanos este hecho no les ha causado euforia, lo que sí es el uso del Wi-Fi e Internet, lo que los tiene “locos” por estar en las redes.

Las calles principales de la Habana se han convertido en el centro de reunión de los cubanos quienes buscan conestarse a través del Internet con sus seres queridos, principalmente con aquellos que se encuentran en el extranjero.

Por solo tres pesos cubanos convertibles (CUC), equivalente a unos 2.80 dólares, los jóvenes pueden comprar tarjetas que venden en las calles, y así poder conectarse al Internet que es sin duda la novedad entre los cubanos.

“La era del Internet Wi-Fi” como lo llaman ellos, ha llegado a Cuba y es ahora cuando los cubanos de todas las edades salen a las calles para buscar una conexión que les permita poder estar en la línea de las redes sociales.

A través de los teléfonos móviles, tabletas o computadoras, los caribeños buscan entreternerse con la conexión, hablar vía “facetime” o simplemente tener acceso a todas las novedades que ofrecen las redes sociales.

Mientras en los grandes hoteles como el Melía Cohiba, el Capri o el famoso hotel El Nacional, la hora de Internet cuesta hasta 10 CUC por hora, en las calles las tarjetas se venden por tres CUC.

Escalinatas, banquetas, a lo largo de la calle 23 o cerca de los hoteles son precisos para la reunión con los amigos o familia y poder tener un momento de esparcimiento a través de la conexión en las redes, y así poder intercambiar las sonrisas, los saludos y las llamadas a través de teleconfeerencias vía celular.

“Lo que más me gustaría es que pudiera tener el Internet en mi casa para no salir y que este costara más barato, porque gran parte de nuestra economía la gastamos en el uso del Wi-Fi, porque este es caro. Pero es algo que ya se necesita”, comentó Carlos Manriquez, jóven cubano.

No importa que hora sea, las calles de La Habana, principalmente la 23, se han convertido en el centro de reunión y búsqueda de señal de Wi-Fi y de conexión al exterior de la isla caribeña, sobre todo a los Estados Unidos donde radican miles de cubanos como es en el estado de Florida.

Los minutos en el Internet son oro para los cubanos, quienes quisieran poder durar horas en conexión o hablando vía teleconferencia con sus seres queridos, pero los minutos corren a la velocidad de la luz “dicen ellos”, y el tiempo de las tarjetas de prepago se acaban.

“Hay que aprovechar al máximo el tiempo de estar en el Wi-Fi, porque se acaba, pero además es momento de que esto cambie y ojalá y muy pronto podamos estar a la altura de otros países en el tema de Internet”, señaló María, mientras platicaba con su hermano que radica en Estados Unidos.

Lo que sí ha sido notorio en las calles de la ciudad de La Habana es la presencia de policías que resguardan la seguridad de los cubanos y del turismo, quienes por igual buscan conectarse al Wi-Fi.

En Cuba están por iniciarse los carnavales y las fiestas en toda la isla, así como los festejos en Santiago de Cuba por los 500 años, el 26 de julio, fecha histórica y significativa de la Revolución, por lo que la apertura de las oficinas administrativas de Estados Unidos que se convertirán en la nueva embajada pasa entre los cubanos como desapercibida.

Lo que si, es que el turismo internacional es cada vez mayor, sobre todo el norteamericano que llena los pocos hoteles de primera clase y que mantienen hasta el tope la ocupación, que se suma al turismo europeo, asiático y latinoamericano, sobre todo el proveniente de México.

El Economista

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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