El bebé de Meghan y Harry nacerá este abril. Pero lo que aún no saben, ni siquiera ellos, es el sexo del bebé real. En cada evento los duques de Sussex son cuestionados sobre este tema y se limitan a responder que prefieren mantener la sorpresa.
«No sabemos si es un niño o niña, lo estamos manteniendo como una sorpresa», contestó Meghan Markle a una pequeña en la primaria que visitó en Berkenhead. Sin embargo, el verdadero motivo para no revelar el sexo de su primogénito, es el protocolo real de la reina Isabel II.
Este reglamento dicta que la reina debe enterarse antes que todos sobre el nacimiento de todo royal baby. Incluso si la monarca estaba dormida cuando sucedió el parto, deben esperar que despierte, informarle y, posteriormente, comunicar la noticia al público.
Una vez que la reina tiene toda la información del género del recién nacido, el Palacio de Buckingham llama al Primer Ministro y a los gobernadores de la Commonwealth. Además de los familiares y por supuesto, los abuelos, que en este caso sería Doria Ragland.
Asimismo, por protocolo nadie puede conocer el sexo del bebé, a veces ni siquiera los padres. Por ejemplo, Kate y William no sabían el género de sus tres hijos hasta que nacieron. De ahí que Meghan comente que será «una sorpresa».
Entonces, el día del nacimiento el doctor firma el expediente con el género del bebé, peso y fecha para que un oficial del palacio lleve el documento del hospital a Buckingham. Posteriormente, la noticia es comunicada a todo el mundo. Después vendrá la presentación oficial del bebé como lo hicieron Diana y Kate en las escaleras del hospital St. Mary’s.
Esto último también es protocolo real, pues los duques deben hacer el debut del bebé frente a los medios. Recordemos el momento en 2013 cuando Kate Middleton tuvo a George y su estilista fue captado entrando al hospital.
Fuente: Quién