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Ciencia y Tecnología

La lombriz intestinal que hace más fértiles a las mujeres en Bolivia

Las familias de la etnia tsimané de Bolivia tienen en promedio nueve hijos.
Y cerca de un 70% de las mujeres de este grupo indígena están infectadas por un gusano parasitario, el Ascaris Lumbricoides, conocido en América Latina como «la lombriz intestinal gigante».
¿Están las dos cosas relacionadas?
Según investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara, en Estados Unidos, la respuesta es sí.
En colaboración con varias universidades de Misuri, Nuevo México, Arizona, Atlanta y Toulouse (Francia), los científicos estudiaron durante nueve años a 986 mujeres de esta etnia de Bolivia.
Y llegaron a la conclusión de que son las lombrices intestinales las causantes de que aumente su fertilidad.
Pero, ¿cómo es posible que una lombriz en nuestro intestino haga que podamos tener más hijos?
«Efectos inesperados»
Según los expertos, estos gusanos parasitarios alteran el sistema inmunológico de las mujeres tsimané —que ya de por sí son bastante fértiles— haciendo que les resulte más fácil quedarse embarazas y que tengan dos hijos más de lo habitual.
«Los efectos son inesperadamente grandes», le contó a la BBC Aaron Blackwell, biólogo de la UCSB y coautor del estudio, recientemente publicado en la revista Science.
«El sistema inmunológico de las mujeres infectadas por estos gusanos parasitarios cambia de forma natural durante el embarazo para que su cuerpo no rechace el feto», explicó el biólogo.
«Estos hallazgos podrían abrir la puerta a investigaciones sobre nuevos medicamentos que mejoren la fertilidad», agregan los expertos responsables del estudio.
Las larvas del Ascaris Lumbricoides viven en el intestino delgado de las personas infectadas, que sufren ascariasis, la más común de las infecciones por lombrices intestinales, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés).
Se calcula que hay mil millones de personas infectadas en todo el mundo.
Y, según Blackwell, utilizar gusanos parasitarios como tratamiento de fertilidad es una «fascinante posibilidad», pero «hace falta trabajar mucho sobre ello antes de recomendarlo a nadie».
Las lombrices que no
efectivamente, otro tipo de gusanos parasitarios, que también penetran en el intestino delgado, los anquilostomas, (o Necator Americanus, causantes de anquilostomasis) provocan el efecto contrario: las mujeres infectadas por estos parásitos tienen hasta tres hijos menos.
«Creemos que estas infecciones alteran el sistema inmunológico de las mujeres, haciendo que se vuelvan más o menos proclives al embarazo», explicó Blackwell.
«Los efectos de los anquilostomas son tan profundos que la mitad de las mujeres de entre 26 y 28 años infectadas no pueden quedarse embarazadas, lo cual supone un enorme efecto en sus vidas», explicó a la BBC Rick Maizels, especialista en gusanos parasitarios y sistema inmunológico.
El científico asegura que los anquilostomas pueden causar anemia y, como consecuencia, llegar a producir infertilidad.
Ambos tipos de parásitos —anquilostomas y lombrices gigantes— son los más comunes en humanos.
Los primeros se adhieren a la pared del intestino y beben la sangre de sus anfitriones; los segundos penetran en la pared intestinal y después se dirigen hacia los pulmones.
Más de un tercio de la población mundial sufre este tipo de infecciones.
Según Allan Pacey, científico especializado en fertilidad en la Universidad de Sheffield, Reino Unido, «es muy sorprendente y fascinante averiguar que una infección de esta especie en particular puede afectar a la fertilidad».
Pacey sostiene que los medicamentos para la fertilidad que trataban de alterar el sistema inmunológico, para fomentar los efectos de la fecundación in vitro, no habían sido exitosos hasta ahora.
«Yo no aconsejaría a las mujeres que se infecten con lombrices para aumentar su fertilidad, pero nuevos estudios sobre la inmunología con este tipo de parásitos podría, definitivamente, conducir a novedosos medicamentos para mejorar la fertilidad», agregó.
«Aunque no sabemos el mecanismo exacto tras estos resultados, éstos son convincentes y sugieren que los cambios en nuestro el sistema inmunológico a través de gusanos intestinales pueden tener efectos a largo alcance», asegura Michael Gurven, profesor de antropología de UCSB y coautor del estudio.
Sin embargo, Gurven advierte que estos hallazgos «pueden ser menos aplicables en las poblaciones desarrolladas, donde la mayoría de las mujeres sólo tienen un par de niños de media en su vida».

Fuente BBC

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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