Una pequeña de aproximadamente 9 años deambula por los pasillos de la antigua Facultad de Medicina, por el área del sótano, donde se encontraba el anfiteatro de la ciudad.
Algunos de los veladores que han pasado por el lugar afirman que incluso se le oye jugar; otros la han visto pasearse y desaparecer en las escaleras que comunican hacia las áreas de primer piso.
Son muchas las historias que se cuentan de este viejo edificio, pues otros afirman que hay un hombre que también sale a pasear en las más oscuras noches. Mitos y fantasías se mezclan en las leyendas que han surgido en la ciudad.
En el edificio que se ubica en la avenida Colón y Rosales se instaló el primer anfiteatro de la ciudad, en el área del sótano, sitio al que estudiantes de preparatoria que estaban a punto de egresar acudían para presenciar las autopsias y saber si en realidad la medicina era una vocación.
En esas instalaciones muchas personas fallecidas ingresaron y se dice que de algunos su alma o espíritu quedó vagando. La niña es una de las historias más recurrentes. Quienes la han visto relatan que sólo deambula de un lado a otro, luego desaparece sin dejar rastro.
Los veladores han aprendido a convivir con estos fantasmas, ya no los asustan. Al principio se sorprendían, más cuando pensaban que habían dejado alguna puerta abierta y alguna persona de las que se encontraban en el Hospital Central había ingresado, sin embargo cuando les hablaban seguían de largo.
Los vigilantes los seguían y se les paraban los pelos de punta cuando veían que desaparecían entre los viejos muros. A la fecha nadie sabe quién pudiera ser esa alma en pena que vaga por el viejo edificio.
Fuente: El Heraldo de Chihuahua.
You must be logged in to post a comment Login