México ha comenzado la implementación de la CURP Biométrica, un nuevo documento de identificación oficial que busca sustituir progresivamente a la CURP tradicional. Este formato modernizado incorpora elementos tecnológicos que hacen más segura y confiable la validación de identidad en trámites públicos y privados.
A diferencia de la CURP convencional, que solo contenía datos alfanuméricos, la versión biométrica integra información única de cada ciudadano, como huellas dactilares, fotografía del rostro, escaneo del iris y firma digital. Con ello, las autoridades buscan reducir la suplantación de identidad y unificar los procesos de identificación en todo el país.
De acuerdo con el Registro Nacional de Población (RENAPO), la CURP Biométrica será indispensable para una amplia gama de gestiones, entre ellas el registro en programas sociales, la atención médica en instituciones públicas, inscripciones y certificaciones escolares, trámites civiles como matrimonios o expedición de títulos profesionales, así como operaciones bancarias, financieras y procedimientos jurídicos. También servirá como herramienta de apoyo para la localización de personas desaparecidas.
Para tramitarla, los ciudadanos deberán presentar acta de nacimiento certificada, una identificación oficial vigente (INE o pasaporte), comprobante de domicilio con antigüedad no mayor a tres meses, la CURP tradicional validada y un correo electrónico activo. En el caso de menores de edad, el trámite deberá realizarse en compañía de su madre, padre o tutor legal, quien deberá acreditar identidad y parentesco.
El proceso de registro biométrico incluye el escaneo de huellas, iris y rostro, y tiene una duración estimada de entre 20 y 30 minutos. Con la puesta en marcha de este documento, el gobierno federal busca que la CURP Biométrica se consolide como la identificación principal de los mexicanos, facilitando los trámites y fortaleciendo la seguridad en la gestión de datos personales.