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La población joven podría decidir al próximo presidente

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Con un potencial de votos que alcanzaría 30 por ciento del padrón (si se incluye hasta los 29 años de edad), la irrupción de los jóvenes a la mitad de la campaña electoral podría modificar las tendencias. La participación juvenilno sólo es una crítica al personaje Enrique Peña Nieto, sino lo que representa simbólicamente: corrupción e impunidad, advierte el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Enrique Cuna, quien concluyó un estudio sobre la participación electoral juvenil, financiado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

A su vez, Hugo Concha, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex director de Capacitación y Educación Cívica del Instituto Federal Electoral (IFE), señala que el juvenil es un movimiento cuyo eje principal es contra la manipulación informativa de los medios de comunicación, pero también contra una clase política –de todos los partidos– anquilosada y con poca interlocución con la sociedad y en especial con los jóvenes.

Generaciones aplastadas

Sus estructuras directivas llevan décadas y hay ya varias generaciones aplastadas porque los partidos no cambian, como tampoco sus formas de relacionarse con los jóvenes, dice Concha. Agrega que existen estructuras caducas que se contraponen con una realidad social de mayor inserción de los jóvenes en la actividad política, acorde con la evolución demográfica del país.

Por su parte, el consejero electoral Lorenzo Córdova opina que en esta elección y en los sucesivos procesosvamos a advertir las consecuencias de lo que en otros ámbitos se denomina bono demográfico, que se expresará claramente en el peso de los jóvenes en el padrón electoral y, en consecuencia, en los resultados.

De acuerdo con los datos del listado nominal, en las elecciones del primero de julio ejercerán su voto por primera vez 3.4 millones de jóvenes (de entre 18 y 19 años); asimismo, alrededor de 10 millones más lo harán por primera vez en una elección presidencial (20-23 años).

Suman casi 14 millones que por primera ocasión incidirán en la elección presidencial, cuando en 2006 Felipe Calderón fue ganador oficial de la elección con 15 millones de votos. Sin embargo, las consideraciones demográficas consideran al sector juvenil hasta los 29 años, lo que supondría que en este sector habría 25 millones de electores, alrededor de 30 por ciento del listado nominal.

Responsable del Departamento de Sociología de la UAM Iztapalapa, Enrique Cuna destaca el reciente encuentro de jóvenes en la Estela de Luz, lo que revela que su movimiento no es sólo contra Peña Nieto, sino también es una crítica al gobierno, donde fijan postura frente a corrupción e impunidad.

El resultado final del estudio de Cuna sobre la participación electoral juvenil, financiado por el PNUD, augura un posible abstencionismo juvenil de 75 por ciento. Indica que ello no refleja desinterés por la política,sino es una forma de expresar una crítica severa al sistema de partidos y a un modelo de democracia que sólo los deja expresarse cada tres o seis años.

Esta tendencia podría modificarse con los sucesos recientes, aunque el investigador de la UAM duda que haya un vuelco, por el conservadurismo de las clases medias. Por sí mismo, el movimiento (juvenil) va a desencadenar mayor participación electoral, pero no implica que se legitime el sistema democrático, concluye Cuna.

Por su parte, Hugo Concha apunta que las expresiones recientes de la juventud son muy positivas para la democracia mexicana, pues con el uso de las redes sociales como catalizador han permitido gran comunicación entre los adolescentes de diversos estratos sociales en contra de estructuras políticas que no responden a sus expectativas, así como los medios de comunicación tradicionales, alejados de sus funciones, que operan más como actores políticos a partir de sus propios intereses económicos.

Sostiene que ha habido un proceso paulatino de concientización política de los jóvenes, que con las nuevas formas de relacionarse (redes sociales) han encontrado un potencial que se ha dirigido, entre otros aspectos, contra los medios de comunicación. Han puesto un hasta aquí y la clase política apenas lo ha esbozado muy tímidamente, lo que ha consolidado la presencia de lospoderes reales, fuertemente descalificados por la juventud.

En cuanto a la clase política, sondeos institucionales han evidenciado la pésima imagen de los partidos, sus dirigentes y legisladores ante la sociedad, asegura Concha, en especial entre el sector juvenil, pues resultan los peor calificados.

Cuna subraya que un proceso electoral que se mostraba frío y en el que prevalecía el desencanto ahora cobra otro rumbo con la irrupción de los jóvenes, estigmatizados como sector apático. Ahora vemos una expresión muy activa que, independientemente del resultado, obligará a quien gane la elección a dialogar con los jóvenes sobre su futuro y pensar en que la cultura política que nos ha gobernado, donde la simulación juega un papel muy importante, ya no es suficiente.

Advierte que ha fallado el modelo de comunicación de candidatos basado en la espotización, muy ajeno para entablar un intercambio real sobre la problemática juvenil.

La Jornada 

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México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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