¿Dejarías que te trasplanten un páncreas si tu donante es un cerdo?
¿Y si, a pesar de venir de un cerdo, el órgano fuera humano, o casi?
Es lo que están tratando de producir científicos de la Universidad de California Davis en Estados Unidos: órganos humanos a través de la modificación de embriones porcinos.
A través de células madre humanas implantadas en embriones de cerdo, han logrado producir embriones cerdo-humano que han sido llamados «quimeras».
El programa «Panorama» de la BBC tuvo acceso al experimento.
El objetivo de la investigación es superar la escasez mundial de órganos para trasplante.
Hasta el momento los embriones quimera han sido desarrollados hasta la semana 28 de gestación, cuando el embarazo ha sido interrumpido y el tejido extirpado para su análisis.
Pero el equipo a cargo de la investigación dice que, de nacer, los animales deberían verse y comportarse como cerdos normales, pero tendrían un órgano compuesto por células humanas.
Creación de una quimera
La creación de los embriones quiméricos se produce en dos etapas.
En primer lugar, se usa una técnica conocida como edición del gen CRISPR que elimina el ADN de un embrión de cerdo recién fertilizado para que el feto cultive un páncreas.
Esto crea un «nicho» (o vacío) genético.
A continuación, las células madre pluripotentes inducidas humanas (IPS, según sus siglas en inglés) se inyectan en el embrión.
¿Quimeras del siglo XXI?
En la mitología griega, las quimeras son monstruos que escupen fuego, parte león, parte cabra y parte serpiente.
«Tal vez el término quimera tendrá un nuevo significado, uno mucho más afectuoso. Los quimeras serán vistos por lo que son: un salvador», asegura Scott Fahrenkrug, cuya compañía –Recombinetics, con sede en Minnesota– se ha asociado con una investigación quimera.
El equipo de la UC Davis espera que las células madre humanas aprovechen el nicho genético en el embrión de cerdo para que hagan crecer un páncreas humano en el feto resultante.
«Nuestra esperanza es que este embrión de cerdo se desarrolle con normalidad, pero el páncreas se forme casi exclusivamente de células humanas, para que pueda ser compatible con un paciente para trasplante», asegura Pablo Ross, biólogo reproductivo e investigador a cargo.
¿Cerdos más humanos?
Pero el trabajo es objeto de controversia. El año pasado, la principal agencia de investigación médica de EE.UU., el Instituto Nacional de Salud, suspendió el financiamiento de este tipo de experimentos.
La principal preocupación es que las células humanas puedan migrar al cerebro del cerdo en desarrollo y hacer que este se vuelva, de alguna manera, más humano.
Ross asegura que esto es poco probable, pero es una de las claves por la que la investigación ha sido realizada con tanta cautela.
«Creemos que hay un muy bajo potencial para que se desarrolle un cerebro humano, pero es algo que estamos investigando», dijo.
Incubadora biológica
Su equipo ya ha inyectado células madre humanas en embriones de cerdo, pero sin crear aún el nicho genético. Lo que se ha encontrado hasta ahora es que las células humanas «lucharon para competir» con las de cerdo.
Walter Low, profesor en el Departamento de Neurocirugía de la Universidad de Minnesota, dijo que los cerdos eran una «incubadora biológica» ideal para el cultivo de órganos humanos, y podrían ser utilizados para cultivar no sólo un páncreas, sino también corazón, hígado, riñones, pulmones y córneas.
Incluso se podrían tomar las células IPS de un paciente que, por ejemplo, necesita un hígado e inyectárselas a un cerdo.
«El órgano sería una copia genética exacta de su hígado, pero una versión mucho más joven y saludable y no tendrían que tomar medicamentos inmunosupresores que llevan efectos secundarios».
Low y su equipo están investigando otra forma de edición genética, denominada Talens, en etapa preliminar.
También están tratando de crear neuronas humanas productoras de dopamina a partir de embriones quiméricos, para el tratamiento de pacientes con enfermedad de Parkinson.
A estos embriones se les ha permitido desarrollarse hasta a 62 días, más de la mitad del período normal de gestación.
Al igual que el equipo en California, el profesor Low dijo que estaban monitoreando los efectos sobre el cerebro del cerdo.
«Estamos viendo lo que sucede en el cerebro con cada órgano y si encontramos que es demasiado humano, no vamos a dejar que nazcan los fetos».
Sufrimiento animal
Pero las organizaciones animalistas que luchan para terminar con la cría intensiva están consternados ante la idea de una granja de órganos.
«Me tiene intranquilo la apertura de una nueva fuente de sufrimiento animal. Primero, trataremos de conseguir muchas más personas para donar órganos», le dijo Peter Stevenson, de Compassion in World Farming, a la BBC.
«Si todavía hay una escasez después de eso, podemos considerar el uso cerdos, pero sobre la base de que comamos menos carne, de manera que no haya un aumento general en el número de cerdos utilizados en temas humanos», agregó.
BBC