El Cártel de Sinaloa, uno de los más longevos del mundo criminal, podría alcanzar su máxima evolución en el actual sexenio. Así lo advierten las cifras de la consultoría Lantia Intelligence, que ha registrado sólo 193 detenciones de sicarios sinaloenses en los últimos dos años, frente a las 700 capturas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), reportadas en el mismo periodo.
Según este monitoreo la organización criminal dirigida por Ismael el Mayo Zambada y los hijos de Joaquín el Chapo Guzmán es —hasta ahora— el grupo criminal menos afectado durante la administración de Andrés Manuel López Obrador.
En 2019 ocurrió uno de los principales golpes a la organización, cuando elementos de las fuerzas armadas intentaron detener a Ovidio Guzmán, hijo menor del Chapo, quien está acusado de delincuencia organizada. La captura de este miembro activo del Cártel de Sinaloa, desató la violencia en Culiacán, por lo que el gobierno mexicano ordenó su liberación. Tras el episodio, la administración de López Obrador fue duramente golpeada.
El siguiente episodio que ensombreció el panorama político fue el breve saludo entre Consuelo Loera, madre de Joaquín el Chapo Guzmán, y el mandatario federal, quien además de un apretón de manos, atendió una carta en la que la mujer pedía que AMLO la ayudara para poder viajar a Estados Unidos.
Aunque nada —de momento— comprueba algún arreglo entre el Cártel de Sinaloa y el gobierno, analistas y periodistas expertos en crimen organizado advierten que varios militantes de Morena siguen teniendo contratos con el Mayo Zambada, incluso aseguran que esta organización criminal los favoreció en algunas candidaturas de las elecciones del pasado 6 de junio.
En Sinaloa, la intervención del narco se convirtió en algo inobjetable. El argumento lo sostiene el director del semanario local Ríodoce, Ismael Bojórquez, quien asegura que el hoy gobernador electo por Morena, Rubén Rocha Moya obtuvo la bendición del legendario capo del Cártel de Sinaloa.
Alfonso Durazo, mandatario electo al gobierno de Sonora, tiene abierto un documento en las oficinas de la DEA, donde se le sigue la pista por sospechas de que habría colaborado con el Cártel de Sinaloa durante sus cargos en los gobiernos de Vicente Fox y López Obrador.
Tras las elecciones, la zona del Pacífico, que comprende los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit, estaría bajo el control del Cártel de Sinaloa. Este cártel también se habría apoderado de los estados de Durango y Coahuila y los sureños Chiapas y Oaxaca.
Cártel transexenal. El periodista y experto en seguridad, Ricardo Ravelo, ha asegurado que durante los sexenios Vicente Fox (2000 -2006) y Felipe Calderón (2006-2012), el Cártel de Sinaloa también se fortaleció, vivió impune y libre de persecuciones.
Este último mandatario implementó la guerra contra el narcotráfico, pero sus resultados fallidos dan cuenta de que todo ese proyecto fue una farsa: el narcotráfico terminó fortalecido, los cárteles se internacionalizaron y se hicieron más fuertes mediante las alianzas estratégicas