Conecta con nosotros

Policiaca

Las insólitas cartas de la hija del “Mencho” para pedir piedad y reducir su sentencia

Jessica Johanna Oseguera González, hija del “Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue sentenciada a dos años y medio de prisión el pasado 11 de junio, es decir, cuatro años menos de lo que la Fiscalía estadounidense solicitó para su condena.

La hija de Nemesio Oseguera Cervantes, su madre y su hijo mayor habrían buscado esta reducción de sentencia a toda costa enviando cartas a la jueza Beryl A. Howell para pedir clemencia y piedad.

El pasado 18 de mayo, la también apodada “Negra” se declaró culpable de tener relaciones financieras con cinco empresas vinculadas al cártel de su padre. Sin embargo, en una carta revelada por Milenio, la mujer expresó su arrepentimiento a la jueza por sus acciones en el pasado.

“Acepto la completa responsabilidad y estoy muy arrepentida por lo que he hecho”, escribió Oseguera González al iniciar su carta. Además, le dijo a la juez que ésta era una de las “experiencias más duras” de su vida, pues se vio obligada a separarse de sus hijos. “Es por eso que hoy pido perdón y sin ninguna duda me arrepiento”.

La también apodada “Negra” se declaró culpable el pasado 18 de mayo de tener relaciones financieras con cinco empresas vinculadas al cártel de su padre. (Foto: Infobae México/Jovani Silva)La también apodada “Negra” se declaró culpable el pasado 18 de mayo de tener relaciones financieras con cinco empresas vinculadas al cártel de su padre. (Foto: Infobae México/Jovani Silva)

En su misiva, la hija del “Mencho” contó su experiencia en confinamiento. “Nadie más habla español (…) me veo forzada a hablar en inglés todo el tiempo”, escribió antes de agregar que comenzó a tener problemas en la tiroides por el estrés de estar encarcelada, que tenía que limarse las uñas con las orillas de la cama y que no pudo cambiar sus sábanas por un largo periodo de tiempo.

“Debido a la pandemia, por más de un año hemos estado en aislamiento por 23 horas al día, ya que tenemos solo una hora fuera de nuestras celdas”, detalló la detenida, quién para pasar su tiempo libre se dedica a hacer ejercicio, leer, dibujar y tomar cursos en prisión.

Pero en la carta obtenida por el periodista Ángel Hernández, la mujer recalcó a la juez que el arresto afecta su propia salud mental. “Yo solo trato de mantenerme ocupada, pero hay muchas veces que me quebranto. Me encuentro hablándole a mis fotografías y conmigo misma . A veces siento que voy a perder mi mente”.

Oseguera González recalcó, sobre todo, lo duro que es para ella estar lejos de su familia. Finalizó su carta pidiendo piedad con su sentencia: “Le pido, su señoría, que tenga piedad con mi sentencia. Sé que he cometido un error pero he aprendido del mismo y nunca lo repetiré (…) me siento apenada y siento que le he fallado a mi madre y a mis hijos porque ocasioné nuestra separación”.

Rosalinda González Valencia madre de la detenida estuvo detenida en 2018 bajo los cargos de delincuencia organizada y lavado de dinero (Fotoarte: Steve Allen)Rosalinda González Valencia madre de la detenida estuvo detenida en 2018 bajo los cargos de delincuencia organizada y lavado de dinero (Fotoarte: Steve Allen)

También su madre, Rosalinda González Valencia, escribió una misiva en favor de su hija. Esta mujer estuvo detenida en 2018 bajo los cargos de delincuencia organizada y lavado de dinero, pero salió libre bajo fianza.

En la carta dijo que su hija era una persona “muy buena y responsable”, quién se dedicó a trabajar después de quedar embarazada en la universidad. Recordó, además, que “para una navidad Jessica se dedicó a colectar dinero de amistades para comprar bicicletas y juguetes para los niños de una colonia muy necesitada (…) nos hace mucha falta a sus hijos, a sus sobrinos y a todas sus amistades”.

La madre de la detenida también pidió piedad a la jueza y escribió: “Le pido de todo corazón que sea justa en la sentencia de mi hija Jessica, nos hace mucha falta”.

Por otra parte, su hijo mayor, cuyo nombre no fue revelado, dijo a la jueza que su mamá, su hermana y él “siempre fueron inseparables”, que ahora se sentían solos y que “por favor tuviera piedad con su mamá para que regrese pronto”.

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto