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Las nueve ‘tecnoadicciones’ que no sabes que tienes

Si has hecho de las nuevas tecnologías una forma de vida, si hablas más con tus conocidos a través de Twitter que cara a cara, si te enganchas a los juegos de moda y no entiendes la vida sin el móvil,  estos son los síndromes que podrías estar sufriendo. No es grave, siempre que no pertenezcas al 1,5% de los jóvenes españoles adictos a las nuevas tecnologías.

1. Nomofobia | No sin mi ‘smartphone’

Te quedas sin batería y aún faltan horas para llegar a casa. Estás inquieto: notas un nudo en el estómago y no dejas de preguntarte si alguien te estará escribiendo o llamando. Esta sensación de ansiedad cuando no puedes disponer del teléfono es la nomofobia. Afecta a más de la mitad de los usuarios aunque la mayoría ni siquiera sabe que la sufre, según Amaya Terrón, psicóloga experta en nuevas adicciones.

2. ‘Fomo’ | Miedo a perderse algo

Estás en casa un viernes por la noche. Uno de tus amigos te envía una foto de cañas en La Latina. Otro está de fiesta en una discoteca. Tienes la sensación de que te estás perdiendo cosas y eso te inquieta y te hace sentir incómodo. Estos síntomas de ansiedad son el FOMOmiedo a perderse algo—. Lo produce ver a través de las redes sociales cómo tus amigos se lo pasan bien sin ti. Tres de cada 10 jóvenes han experimentado esta sensación, según un estudio de la agencia J. Walter Thompson.

3. ‘Phubbing’ | Ignoro y me ignoran por un móvil

Estás en un bar con algunos amigos. Has dejado el teléfono encima de la mesa y una luz parpadeando te indica que tienes una notificación. La consultas, contestas y te entretienes mirando alguna otra aplicación. Estás haciendo phubbing a las personas con las que estás sentado. Es decir, estás menospreciando a tus acompañantes mirando el teléfono en lugar de prestarles atención.

4. Ciberadicción | No puedo vivir sin Internet

La actividad a la que más tiempo dedicas es estar en Internet.Te pones tenso si va lento o no funciona. No recuerdas qué hacías con tu tiempo libre antes de que existiera Internet. Si además la situación está perjudicando a tus relaciones personales y laborales, es muy posible que seas ciberadicto. Esta adicción afecta a personas con autoestima baja y falta de control en sus impulsos, según Juan Enrique Berner, psiquiatra.

5. Efecto Google | El buscador es mi oráculo

Lo consultas todo en Google. El buscador se ha convertido para ti en un baúl donde siempre puedes volver a buscar ese dato que no recuerdas. Esta facilidad de acceso a la información y sus repercusiones en la memoria es el Efecto Google. Este síndrome ha provocado que tendamos a olvidar la información o dónde podemos conseguirla. Fue descrito en 2011 por investigadores de la Universidad de Harvard.

6. Ludopatía ‘online’ | El casino a un clic de distancia

Un día inviertes tu dinero en una web de apuestas, por probar. Haces pequeñas transferencias a la página y no te das cuenta del dinero que gastas. Perder solo te motiva a seguir jugando para recuperarlo. La ludopatía de casino ha evolucionado: ahora se lleva el juego online. El 40% de los jóvenes adictos al juego apuesta por Internet, según la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados.

7. Juegos ‘freemium’ | Pagar para recuperar vidas

Vas en el metro y no tienes cobertura. Recurres a los juegos que te has descargado en el móvil. En ellos, jugar es gratis, pero para pasar de nivel o recuperar vidas hay que pagar. La otra opción es esperar. Si te pone nervioso aguardar 30 minutos para recargar cada vida y pagas, es posible que seas adicto a estos juegos, llamados freemium. Se aprovechan de que las conductas adictivas son impulsivas, según Ricardo Rodríguez, psicólogo clínico.

8. Cibercondría | Internet es mi médico ‘online’

Cuando te duele algo buscas tus síntomas en Internet para saber qué te está pasando. Te pones tenso y piensas que te relajará encontrar una solución en la web. Si este es tu caso, sufres de cibercondría, la hipocondría de Internet. El acceso a la información fácil e inmediato ha hecho que la web se convierta en un médico. El 20% de los usuarios admite buscar información sobre salud en Internet, según Robert White, psicólogo.

9. ‘Vibranxiety’ | El síndrome de la vibración fantasma

Vas caminando y notas cómo vibra tu móvil en el bolsillo. Cuando lo consultas te das cuenta de que no tienes ninguna notificación. Pero realmente has sentido que alguien te llamaba. Has sufrido el síndrome de la vibración fantasma. El 70% de los usuarios lo ha sentido, según aparece en el libro iDisorder, de Larry Rosen, psicólogo y profesor de la Universidad de California.

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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