Le leyeron la cartilla a Marcelo González Tachiquín, literalmene, pues acostumbrado a utilizar la maquinaria educativa para fines políticos, ha abusado de la paciencia de alumnos y padres de familia, pues a los jóvenes los cita para cualquier inauguración, desfile o lo que sea, como si no tuvieran nada más qué hacer.
El funcionario no escatima elogios a la reforma educativa ni descalificaciones para la CNTE por impedir que los alumnos tomen clases en Oaxaca, pero hace lo mismito, sólo que en lugar de llevarlos a marchar los lleva a aplaudirle a él o a sus acompañantes, con lo cual los jóvenes chihuahuenses aprenden muchísimo sobre los usos y costumbres del funcionario, pero de educarse… nada.
Es por eso que un padre de familia indignado envió una carta pública al funcionario a través de Facebook en la que le indica que no puede amenazar a su hijo con ponerle falta si no asiste a la inauguración de un gimnasio en el Cobach 1, y si se les invita sea voluntario y fuera del horario de clases.
“Pido que en su carácter de servidor público se abstenga de organizar, hacer o pedir asistan a estos eventos alumnos de los colegios de bachilleres, estos eventos interrumpen clases y educación por la cual se cobra cuota de inscripción, uniformes y libros. Considero que para un evento de este tipo que es solo de «protocolo» no necesita público para que aplaudan el trabajo que como funcionarios tienen obligación de hacer (es su trabajo pues)”.
Lo curioso no fue que alguien la escribiera, menos aún Víctor Morales, quien a juzgar por sus publicaciones en Facebook simpatiza abiertamente con el PAN, sino la viralidad que tuvo, pues lleva cientos de compartidas y ha hecho mucho eco entre padres y alumnos, quienes no ven nada bien el destinar tiempo y dinero para hacerle el caldo gordo al suspirante.
Y ya que hablamos de las broncas del funcionario, resulta que al menos 20 planteles educativos de Juárez parecen una plaga de piojos, lo cual desde luego no es culpa de Tachiquín, pero sí urge tomar medidas para evitar que se propague y a la vez crear campañas de concienciación para padres de familia, sobre todo en polígonos de pobreza, donde la precariedad hace más fácil que se desaten estos problemas.
Los que traen también buena bronca entre manos, pero parece que ahí la llevan, son Maurilio Ochoa y Mario Trevizo, quienes parece que por fin hallaron la hebra para acabar de tajo con las broncas del ViveBús, o al menos tienen fe en haberla hallado, pues hablan en un tono más victorioso que Messi si ganara la Copa del Mundo.
Los parches no sirvieron más a este broncón, así que ya está en marcha la liquidación de choferes, y la promesa de recontratación inmediata, con lo cual aparentemente se acaba con la amenaza de huelga contra la empresa Coordinadora de Transporte Colectivo, el tremendo lastre para este sistema, a la cual apuntó directo el gobernador Duarte y acabó por hartarse de su ineficiencia y corruptelas amparadas en la supuesta cercanía con los que mandan.
Tanto el Güero Lozoya, líder visible de la CTC, como Doroteo Zapata, dirigente de la CTM, tenían todas sus cartas en el aumento de la tarifa, una medida que aún no se puede descartar pero que, en todo caso, ese dinero no irá a sus bolsillos, pues ahora la CTC queda sólo con mal nombre y deudas, todo por su empecinamiento en mantener las prácticas más rancias de los concesionarios y de echar a la basura cientos de millones en inversiones para embolsarse otros tantos en sus arcas personales.
Pronto intentarán aumentar la tarifa de nuevo, pues en la mentalidad de estos personajes no existe ninguna creatividad empresarial, sólo son buenos para transar, y así demuestran que la palabra eficiencia no puede vincularse con nada de los que han hecho en su vida, pero el chanchullo es un término que brilla en su frente y hasta con letras góticas, así se han hecho ricos. Ahora queda la duda ¿cuánto salió en total de las arcas públicas para esta miserable empresa? ¿Qué se hizo con los 600 millones que, se sabe, fueron erogados? ¿Se pagarán o quedará todo en un ‘ahí muere? Ojalá la jugada se note en un servicio más eficiente, seguro y, si no baja su tarifa, al menos que no suba más.
El que ya se bajó del camión fue Carlos Borruel, quien comprendió que no tenía la menor posibilidad de ganar nada lanzándose por la gubernatura, y prefirió poner a su escaso capital político a la orden de Jaime Beltrán del Río, a ver si no le hace más bien que mal, pues aunque en su momento todos le besaban la mano, ahora sólo queda lo que decían a sus espaldas, cuando buena parte del panismo lo tachaba de ratero, traidor, vividor y, lo más imperdonable, hasta de ‘naco’, eso que las señoras copetonas del albiazul no perdonan si no hay conveniencia directa de por medio.
Y ya que abordamos la ruta por la gubernatura, al que quieren bajar por subirse sin permiso es a Marco Adán Quezada, pues el ‘chofer’ sólo quiere llevar a sus delfines de ‘chalanes’ y, aunque sobra espacio, no está dispuesto a subir que nadie más se suba pues se siente el sueño del autobús.
Así, al PRI y partidos parásitos no le bastó la ‘Ley Antibroncos’ y aumentar el número de diputados, sino que ahora quiere darle el tiro de Gracia a Quezada con una denuncia en su contra con una denuncia emanada de la revisión especial realizada por la Auditoria Superior del Estado sobre el caso Aero Show en 2013, al cual le han encontrado más irregularidades que a una pintura de Picasso, o que a las todas denuncias por enriquecimiento inexplicable de varios funcionarios de la actual administración.
No quieren soltar prenda. El contenido de la denuncia lo tienen guardadito para que el ojiverde no se las vaya a voltear, pues hay probabilidades de que así, chaparrito, chaparrito, tenga lo suficiente para saltarse las trancas y demostrar que los ponis pueden crecer y hacerse percherones con un poco de pastura traída de Delicias y del Altiplano.
El objetivo es inhabilitarlo y hacerlo pagar entre 40 y 50 millones de pesos por los gastos médicos de los afectados, nada más para que aprenda quién manda. Pero Quezada sigue sin estar convencido y no sólo ha arreciado todo lo posible su candidateada, sigue en un tono desafiante hacia toda la aplanadora que le echaron encima y hoy hay más de uno que sueñan con verlo repartiendo cargos y presupuestos, a ver si les toca uno.
Los que traen también pleito legal son los detenidos que fueron obligados a besarse por policías municipales, a quienes no les bastó el despido de los agentes, sino que ahora han entablado una denuncia contra la Dirección de Seguridad Pública Municipal para exigir una lana, y de paso sentar precedente contra los abusos policiales, la mayoría totalmente gratuitos, especialmente en contra de personas marginadas o de escasos recursos.
La denuncia es impulsada por dos abogados que no hallan ni cómo entrarle a la grilla para que los pelen. Se trata de Jorge Orona Tello, ex dirigente de Convergencia a quien ahora señalan como filopanista, así como el joven Gabriel Ortega, eterno detractor de funcionarios y quien busca erigirse como el nuevo Jorge Ramos versión Delicias. Razón no les falta, estamos acostumbrados a normalizar las violaciones a los derechos de los detendos, violaciones que no hacen sino entorpecer la justicia pues sirven para liberar criminales bajo el amparo legítimo de la Ley.
Donde hay confusión es en el PAN, donde todos dicen saber, pero realmente nadie sabe qué plan trae el paisano Gustavo Madero, a quien algunos ven como un ‘puerco atorado’ por Anaya, traicionado y lanzado al pozo de la ignominia, y otros ven una jugada muy compleja de varias bandas, con un objetivo hasta hoy poco claro.
Y es que de acuerdo con la columna Bajo Reserva, de El Universal, “Algunos panistas de primer nivel aseguran que el ex presidente nacional del PAN y actual diputado federal Gustavo Madero está políticamente enterrado y lejos de la candidatura presidencial del PAN para 2018. Aseguran que la dirigencia del partido no lo tiene contemplado para presidir ningún órgano de gobierno dentro de la Cámara de Diputados. Sin embargo, al mismo tiempo dicen que harán todo lo necesario para que don Gustavo pueda presidir la Comisión de Grupos Vulnerables. Aseguran que para Madero esa comisión es importante pues en sus ratos libres se dedica a hacer labor social junto con su esposa y que ese encargo lo mantendrá entretenido. Panistas cercanos al chihuahuense advierten a los detractores de Madero que se cercioren de que esté bien enterrado, pues de lo contrario les podría apestar todo el pueblo”.
Hoy será la designación de 28 jueces civiles y familiares pendientes para realizar los juicios orales, y en esa gran familia (literalmente) llamada Supremo Tribunal de Justicia del Estado hay expectativa pues dicen que de hijos, ahijados, novias y amantes inscritos e inscritas, muchos no quedarán por la presión mediática, política y grilleril del mismo STJE, pues era un descaro que hasta a ellos los asqueó, pero de que la ‘family’ va, va, sólo que no todos.
Otro tema que está causando indignación entre la ciudadanía y que deberían ponerle atención es el tema de las fotomultas, de las cuales se levantaron ¡tres mil! apenas durante el primer día de operación, cada una por más de 900 pesos, échele cuentas: unos 270 millones millones de pesos que no llegan íntegros al erario público, sino que el 20% se va directito a una empresa llamada Inteltrafic, de la que nadie había escuchado en Chihuahua, pero que los exagerados ya comparan con el desprestigiado (pero exitoso) Grupo Higa, y sospechan por sus negocios con gubernaturas y alcaldías priístas en todo el país. Ganar 540 mil pesos tan sólo en el primer día de operaciones es un negocio con el que casi ningún mexicano podría soñar, pero con amigos en la política todo, todo se puede. Sin duda el PAN arreará su bandera sobre el tema.
Otro tema que comienza a correr, si es que alguna vez ha dejado de correr, es el de los cambios en el gabinete. Al gobernador Duarte le gusta el suspenso y la acción, así que tiene siempre a su personal acalambrado, sobre todo en época de informes, cuando cae la chanatiza.
Para cerrar con humor, negro, pero humor al fin, llamó la atención el comentario de la actriz y cantante Susana Zavaleta ante miles de Chihuahuenses en la Plaza del Ángel, donde se quejó de que en La Casona, santuario grilleril de la capital, un “fileito” cueste 600 pesos “y ni postre dan”. Esto no pasaría de lo anecdótico si no fuera porque ahí comen un día sí y el otro también los altos funcionarios de la entidad, quienes siempre llevan su RFC listo para que esos manjares y botellas de decenas de miles de pesos vayan con cargo al erario, ese que usted y nosotros pagamos. ¿Cuánto se pagará en La Casona con dinero público? Habrá que preguntar.