Fiscales federales encausaron a cinco personas acusadas de obligar a 14 migrantes mexicanos a trabajar en campos de Wisconsin, donde “fueron víctimas de una forma grave de trata de personas”.
En acta acusatoria revelada el martes, la fiscalía indicó que a los trabajadores les quitaron sus documentos para evitar que viajaran y los escondieron “en edificios y otros lugares» para que no los encontraran. Los obligaron a trabajar bajo la amenaza de causarles “daño grave”, según la acusación formal.
A los trabajadores a veces les negaban agua durante días calurosos, laboraban turnos de 12 horas seis o siete días a la semana con un descanso para comer de 30 minutos, y se les negaba la atención médica o se les castigaba si la buscaban por ellos mismos, según un documento que los fiscales presentaron para sustentar la captura de los acusados.
Según la imputación formal, los acusados reclutaron a los migrantes, todos mexicanos, y les consiguieron visas de trabajo agrícolas simulando que trabajarían en Georgia. Sin embargo, los acusados trasladaron a las víctimas a fincas en Wisconsin, donde laboraron desde julio de 2016 al 10 de noviembre de 2016.
Los imputados son Saúl García, de 49 años; Saúl García Jr., de 26; Daniel García, de 28; Consuelo García, de 45; y María Remedios García Olalde, de 52. Enfrentan varios cargos, entre ellos trabajo forzado, trata de peones, esclavitud y servidumbre involuntaria. Uno de los hombres también está acusado de tratar de influir en el testimonio que dos de las víctimas dieron al jurado investigador.
Los acusados están detenidos y todavía no tienen abogados.
Cuando trabajaban en fincas en Kenosha y Racine, en Wisconsin, los trabajadores eran amontonados en un hotel, a menudo cuatro en una habitación, y a veces tenían que dormir en el piso, según la fiscalía. Desde las seis de la mañana, cuatro autobuses escolares amarillos los trasladaban a los lugares de trabajo, dijo la fiscalía.
Aunque los cargos fueron presentados a nombre de 14 hombres en Wisconsin, en 2015 y 2016 los acusados trajeron a centenares de inmigrantes mexicanos a trabajar en su finca en Georgia, donde viven, según la fiscalía de ese estado. Algunos trabajadores fueron enviados después a Wisconsin.
Las autoridades desmantelaron la operación el 10 de noviembre de 2016, cuando detuvieron a uno de los autobuses escolares amarillos. De los 23 trabajadores que iban en la unidad ese día, 11 regresaron a México y 12 optaron por quedarse en Wisconsin. En la acusación formal no se menciona el nombre de las víctimas ni el lugar donde fueron reclutadas en México.
Excelsior