La liberación a la importación de gasolinas a partir de abril de este año –originalmente prevista para el 2017- que anunció hoy el presidente Enrique Peña Nieto, implicará una mayor oferta en cuanto a la calidad de las gasolinas, pero en lo referente al precio, éste podría no variar debido a que en México aún están controlados los precios por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y para este año solo podrán oscilar entre los 13.16 y los 13.98 pesos por litro, aunque la importen a precios de hasta 7.50 pesos por litro, anticiparon expertos.
La diferencia es que por primera vez en México habrá distintas calidades de gasolina además de la Magna y la Premium, adelantó el Senador por el PAN e integrante de la Comisión de Energía, Jorge Lavalle.
“Esto para nosotros como consumidores es una buena noticia derivado de que desde antes podremos empezar a tener acceso a diferentes tipos de productos siendo diferentes a los que hoy nos vende Petróleos Mexicanos (Pemex).
“Podremos ya diferenciar entre distintas calidades de productos y en consecuencia, al tener mayores opciones para elegir, tendremos una competencia clara que se verá traducida en un mejor servicio”, indicó Lavalle.
La última etapa –del “precio diferenciado”– está prevista para el 31 de diciembre de 2017. “Eso todavía nos falta”, dijo el Senador.
Falta infraestructura y reglas para importar
Para los empresarios la mayor preocupación es la falta de infraestructura que existe en México tanto para almacenar gasolina como para traerla desde cualquier otro país, ya sea por barco, rueda o ducto.
De tal suerte que antes de ver gasolinas de otros países que traigan los privados, será más probable ver un incremento en las inversiones destinadas a terminales de almacenamiento de gasolinas y a mayor infraestructura de transporte, señaló José Ángel García Elizondo, Presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) Nacional.
“Importa mucho también conocer a mayor profundidad cuales son las previsiones que se tienen en la parte de instrumentar la decisión que hoy (ayer) se anunció sobre aspectos de almacenamiento, distribución y transporte.
“Son actividades que requieren un tiempo de maduración las inversiones, la integración de nuevas estructuras de distribución o de transporte o la operación de las mismas con otros contratantes extranjeros”, señaló la organización empresarial.
Además, preocupa sobre este mismo tema cómo se podrá utilizar la infraestructura de la empresa productiva del Estado y cómo impactará esta decisión a los contratos actuales de proveeduría de la franquicia Pemex, agregó el organismo empresarial.
Para Pablo González Cordova, presidente de la Amegas, esto implica un enorme riesgo.
“Implica un enorme riesgo en la distribución de petrolíferos en el país porque la estructura que tiene actualmente Pemex que ha sido insuficiente, no está en condiciones. Los 9 mil kilómetros de poliductos que hay en el país que llevan la (gasolina) Magna, Premium y Diésel de las refinerías puede ocasionar desabasto si se utiliza para importar”, dijo González.
Declaran que ya tienen proveedores
El mayor interés de las empresas internacionales dedicadas a la comercialización de gasolina en el mundo que no habían entrado a México, estará primero justamente en ser proveedores de las estaciones existentes y aún no poner sus propias marcas en las calles, reveló García Elizondo a EL FINANCIERO.
Esto mismo fue confirmado en entrevista por separado, por la otra agrupación empresarial de gasolineros, la Amegas de Pablo González, quien adelantó que esta misma semana se reunirán para analizar ofertas de empresas energéticas.
“Ya tenemos tratos y hemos escuchado las propuestas de ExxonMobil, de Chevron, de Texaco, de Valero, de Puma y Trafigura que es la empresa número uno de transporte por buque.
“Tenemos ya citas para este fin de semana con estos nuevos agentes económicos y poder aterrizar el precio que prevemos sea 2 o 3 pesos más barato de lo que nos vende Pemex y poder importar el 1 de abril”, declaró González.
El Financiero